sábado, julio 14, 2007

Reflexión deomigo 15º durante el año

EVANGELIO DEL DÍA

Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Jn 6, 68

 

 

      

 

DOMINGO X V DURANTE EL AÑO

 

La palabra está muy cerca de ti, para que la practiques

 

Lectura del libro del Deuteronomio

 

30, 9-14

 

Moisés habló al pueblo, diciendo:

El Señor, tu Dios, te dará abundante prosperidad en todas tus empresas, en el fruto de tus entrañas, en las crías de tu ganado y en los productos de tu suelo. Porque el Señor volverá a complacerse en tu prosperidad, como antes se había complacido en la prosperidad de tus padres.

Todo esto te sucederá porque habrás escuchado la voz del Señor, tu Dios, y observado sus mandamientos y sus leyes, que están escritas en este libro de la Ley, después de haberte convertido al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma.

Este mandamiento que hoy te prescribo no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu alcance. No está en el cielo, para que digas: «¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo traerá hasta aquí, de manera que podamos escucharlo y ponerlo en práctica?» Ni tampoco está más allá del mar, para que digas: «¿Quién cruzará por nosotros a la otra orilla y lo traerá hasta aquí, de manera que podamos escucharlo y ponerlo en práctica?» No, la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la practiques.

 

Palabra de Dios.

 

 

SALMO RESPONSORIAL                                                    68, 14.17. 30-31. 36-37

 

R.    Busquen al Señor, y vivirán.

 

Mi oración sube hasta ti, Señor,

en el momento favorable:

respóndeme, Dios mío, por tu gran amor,

sálvame, por tu fidelidad. R.

 

Respóndeme, Señor, por tu bondad y tu amor,

por tu gran compasión vuélvete a mí;

Yo soy un pobre desdichado, Dios mío,

      que tu ayuda me proteja:

así alabaré con cantos el nombre de Dios,

      y proclamaré su grandeza dando gracias. R.

 

Porque el Señor salvará a Sión

y volverá a edificar las ciudades de Judá:

el linaje de sus servidores la tendrá como herencia,

y los que aman su Nombre morarán en ella. R.

 

 

 

Todo fue creado por .medio de Él y para Él

 

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo

a los cristianos de Colosas

1, 15-20

 

Cristo Jesús es la Imagen del Dios invisible,

el Primogénito de toda la creación,

porque en Él fueron creadas todas las cosas,

tanto en el cielo como en la tierra,

los seres visibles y los invisibles,

Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades:

todo fue creado por medio de Él y para Él.

 

Él existe antes que todas las cosas

y todo subsiste en Él.

Él es también la Cabeza del Cuerpo,

es decir, de la Iglesia.

 

Él es el Principio,

el Primero que resucitó de entre los muertos,

a fin de que Él tuviera la primacía en todo,

porque Dios quiso que en Él residiera toda la Plenitud.

 

Por Él quiso reconciliar consigo

todo lo que existe en la tierra y en el cielo,

restableciendo la paz por la sangre de su cruz.

 

Palabra de Dios.

 

 

 

EVANGELIO

 

¿Quién es mi prójimo?

 

a    Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

según san Lucas

10, 25-37

 

Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?»

Jesús le preguntó a su vez: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?»

Él le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo».

«Has respondido exactamente, -le dijo Jesús-; obra así y alcanzarás la vida».

Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: «¿Y quién es mi prójimo?»

Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo. También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino. Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió. Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: "Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver".

¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?»

«El que tuvo compasión de él», le respondió el doctor. y Jesús le dijo: «Ve, y procede tú de la misma manera».

 

Palabra del Señor.

 

 

 

Reflexión

 

 

"ANDA, HAZ TU LO MISMO"

1.- Os figuráis la cara de una madre de familia numerosa a la que un hijo sabiondo la preguntara: "¿Mamá, quiénes son mis hermanos?" Y la madre se preguntaría: "¿Es que este hijo está ciego? ¿No ve los rasgos parecidos de todos? ¿No los está viendo sentados todos los días alrededor de la misma mesa? ¿Es que no lo dice el corazón y la sangre?"

Pues aquella frase,"y quien es mi prójimo", del letrado que quería aparecer justo, raspó las cuerdas más intimas del Corazón de Dios

-- Dios que ha creado a todos los hombres en apretado racimo de fraternidad...

-- Dios que llueve sobre justos y pecadores...

-- Dios que hace salir el sobre buenos y malos

-- Dios que se hace llamar Padre Nuestro y nos sienta a todos alrededor de una misma mesa familiar

* * Ese Dios nos está diciendo que a gritos que todos somos igualmente hijos ante sus ojos

* * Que esa frontera de "justos y pecadores", "buenos y malos" la hemos creado nosotros

* *Que el "Nuestro" que Él nos ha enseñado tiene su equivalencia en un "Todos"

* *Que ese nuestro no se parece en nada a ese nuestro canijo y escuchimizado que nos hemos fabricado nosotros cuando hablamos de "ese es de los nuestros" o "no es de los nuestros"

* * Que el "Nuestro " de Dios no excluye a nadie. Y que el que nos hemos hecho nosotros excluye a los que no nos caen bien. A los que piensan distinto. A los que no nos son simpáticos. A los que no huelen bien... Por cosas tan nimias excluimos de nuestro corazón a un hermano.

2.- Jesús evita dar una definición de "prójimo", porque siempre quedaría alguien excluido. Lo que parece decirnos es que lo que está equivocado es el punto de partida. Al hablar de "mi prójimo" partimos de "nosotros", cuando lo importante en esta escena es "el que cayó en manos de los bandidos.

No podemos poner nuestro punto de vista. Tenemos que ponernos en el punto de vista del necesitado. Él es el importante.

¿Si yo fuera el que tiende la mano pidiendo ayuda, si yo fuera el herido no el enfermo, que esperaría de las personas que pasan a mi lado? ¿A quién consideraría yo mi prójimo? Lo importante no es quien es mi prójimo, quien es ese "cercano" a quien tengo que ayudar, sino quien quisiera yo tener cercano en mi necesidad.

3.- Nos ha dicho la primera lectura que el mandamiento que Dios nos da no es algo difícil que está en el cielo. No es algo lejano. Es algo que brota de nuestro corazón. Si tenemos corazón humano, corazón de carne, sabremos escuchar la voz de la sangre, sabremos reconocer en el otro los rasgos comunes entre hermanos.

Ahí en el corazón tenemos la norma que nos ha de llevar a hacernos cercanos a los que nos necesitan. Es una cuestión de amor, de humanidad.

4.- "Anda haz tu lo mismo". No te quedes en amores platónicos, en conmiseraciones etéreas. "Anda y haz"... obras son amores y no buenas razones.

No pasemos de largo como los leguleyos y los moralistas, midiendo nuestra estricta obligación.

No busquemos razones para ayudar, siempre encontraremos muchas más para no hacerlo.

Sepamos que hay amor sino estamos dispuestos a perder nuestro tiempo y nuestro dinero.

 

José María Maruri, SJ

www.betania.es

 

SER CERCANO, SER PRÓJIMO, ESO ES SER CRISTIANO

1.– En los evangelios está muy claro, en las Cartas de los Apóstoles está muy claro, en la doctrina de los primeros Padres y Doctores de la Iglesia está muy claro: ser cristiano practicante es amar a Dios con todo el corazón y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo. La pregunta es esta: si en los evangelios está tan claro que la esencia del cristianismo es el amor a Dios y al prójimo, ¿por qué después, con el correr de los siglos, hemos llegado a pensar que ser cristiano practicante es ir a misa los domingos y fiestas de guardar? Porque, estadísticamente, es cierto que llamamos cristianos practicantes a los cristianos que van a misa y llamamos cristianos no practicantes a los cristianos que no pisan la iglesia. Pero, ¿no es verdad que muchos de los llamados cristianos practicantes no demuestran en su comportamiento diario amor al prójimo, sino más bien todo lo contrario? Y ¿no es verdad también que muchas personas que no pisan la iglesia son un ejemplo de generosidad, desprendimiento y atención y cercanía hacia personas necesitadas? Después de leer el evangelio de hoy, ¿podremos seguir llamando "practicantes" a esos cristianos que dicen amar mucho a Dios, pero que pasan de largo cuando ven a una persona malherida y necesitada que les pide ayuda?

2. – Haz esto y tendrás vida. Lo de amar a Dios parece que estaba muy claro para el maestro de la Ley que se acercó a Jesús para ponerlo a prueba, lo que no tenía muy claro este maestro de la Ley era cómo había que entender eso de amar al prójimo. Porque para él, como buen judío, estaba claro que los judíos sí eran sus prójimos –próximos-, pero ¿qué hacer con los que no eran judíos? La respuesta de Jesús es maravillosamente gráfica y luminosa como un rayo de luz: es prójimo cualquier persona que necesita ayuda, y se comporta como prójimo el que practica la misericordia con cualquier persona necesitada. El que haga esto, es decir, el que practique misericordia, tendrá vida, porque ha cumplido lo que está escrito en la Ley y por tanto heredará la vida eterna. No fue prójimo el sacerdote que bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo, no fue prójimo el levita que llegó a aquel sitio y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo, sí fue prójimo el samaritano que iba de viaje y al ver al herido le dio lástima, se le acercó y le vendó las heridas. Este samaritano no era "practicante" de la Ley judía porque no iba al templo de Jerusalén, pero sí se portó como un auténtico discípulo de Cristo, porque amó al prójimo y, por eso, hizo lo que tenía que hacer para heredar la vida eterna. El que haga lo mismo que él, dijo Cristo, vivirá.

3. – El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca. Dice el Señor, por boca de Moisés, que el precepto que yo te mande no es algo que te exceda, ni inalcanzable, porque está en tu corazón. Nosotros, los cristianos, ya sabemos que el precepto del Señor es el amor y el amor al que se refiere Cristo no está en los libros, ni en el dinero, ni en éxito, ni en la fama, está en todo corazón bueno y bondadoso, en el corazón de todas aquellas personas que sienten compasión ante el necesitado y practican la misericordia con él. Por eso la ley del Señor, la ley del amor, puede y debe ser una ley universal que valga para todas las personas y para todos los tiempos. Miremos a nuestro corazón, si habita en nosotros el amor y si practicamos la misericordia con todas las personas que nos necesitan, entonces somos verdaderos discípulos de Cristo. No nos importa la lengua que hablen, ni el color de su piel, ni los ritos o cultos que practican; si están necesitados, nosotros, los cristianos, sabemos que son nuestros prójimos y queremos ser prójimos de ellos y practicar con ellos la misericordia.

4. Por él quiso reconciliar consigo todos los seres, haciendo la paz por la sangre de su cruz. Así es nuestro Dios, un Dios cercano y reconciliador, un Dios que a todos ama y a todos perdona, porque por todos derramó su sangre nuestro Redentor. Nuestro Dios quiere ser nuestro prójimo, porque ve nuestras debilidades y siente compasión y practica con nosotros la misericordia. Los cristianos practicantes, los que practicamos la misericordia con el prójimo necesitado, sabemos que nuestro Dios no nos va a dejar morir para siempre. Nuestra ley es su amor y, mientras su amor viva en nosotros, viviremos nosotros en él, con él y para él. Dios se comporta siempre con nosotros como nuestro prójimo y cuida de nosotros.

Prójimo es aquel que me exige salir de mí mismo para medir si, en verdad, la fe es operativa y práctica o se quedó en simple teoría

Prójimo es, tal vez, el que menos entra dentro de mis esquemas. Aquel que queda lejos de mis dominios y distante de los caminos por los que yo avanzo

Prójimo es quien constantemente me pregunta, con aquellas interpelaciones de San Ignacio, "qué he hecho por Cristo, qué hago por Cristo y qué debo hacer por Cristo"

 

Gabriel González del Estal

www.betania.es

 

EL PRÓJIMO: PRUEBA DE NUESTRA FE

1.- Prójimo es quien me ayuda a pasar de una fe de conocimiento a una fe practicada y volcada en los demás

Prójimo es quien me invita a no instalarme en una piedad fría y bajar al sufrimiento del hombre

Prójimo es aquel que, sin darse cuenta, es acorralado por la sociedad opulenta robándole la riqueza interior

Prójimo es aquel que es vapuleado por la materialidad de las cosas y, una vez utilizado, es arrinconado en el olvido

Prójimo es aquel que inconscientemente se deja atacar en su dignidad antes que llevar o posicionarse en contra de las ideologías dominantes

Prójimo es aquel que ha sido arrastrado por las corrientes de lo inmediato, de lo pragmático y luego ha quedado sin respuestas tirado en el suelo

Prójimo es aquel que espera un detalle por nuestra parte y no sólo teorías o lecciones magistrales

Prójimo es aquel que nos corta el camino que habíamos emprendido para hacernos entender que a Dios se le gana con la misericordia y no con la razón

2.- Prójimo es aquel que necesita de nuestro compromiso y de nuestra palabra, de nuestro consejo y de nuestra presencia. Lo contrario y lo más fácil, a veces, es dar un rodeo a las personas y a los acontecimientos, a los problemas y a las cruces que salen a nuestro encuentro: "ojos que no ven… corazón que no siente"

Prójimo es aquel que creyendo vivir en la verdad ha sido asaltado por los delincuentes de la mentira y de la farsa.

Prójimo es aquel que no puede o no sabe sostenerse por sí mismo; el zarandeado por el ladrón poderoso don dinero o el humillado por los usurpadores de conciencias y de las grandes verdades

Prójimo es aquel que, de la noche a la mañana, ha sido arrojado en el abismo de la incredulidad o de la desesperanza, de la tristeza o del desencanto por la vida

Prójimo es aquel que ha sido despojado de lo que era resorte y apoyo en su existencia por aquellos que cabalgan en el caballo del poder y del "todo vale" para que la sociedad se quede sin moral ni ética alguna

3.- Prójimos son, en definitiva, las personas que salen a nuestro paso en mil circunstancias y con mil nombres y apellidos.

Si Jesús, el Buen Samaritano de primera división por excelencia, salió al borde del camino para recogernos a los que estábamos perdidos. Si cargó con nosotros y pagó con la moneda de su propia sangre por nosotros… ¿no debiéramos de interpelarnos si en nuestro cristianismo no nos atrincheramos en la doctrina olvidando su trasfondo?

 

Gabriel Leoz

www.betania.es

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