El cardenal Bergoglio en Luján | Una multitud de jóvenes participó de la trigésima tercera peregrinación juvenil a pie a Luján, donde el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, pidió a la Virgen que ayude a los argentinos "a vivir en la verdad".
"Nos vamos a casa con una seguridad de que no vamos a ser confundidos, engañados, porque le hemos pedido a la Virgen, nuestra Madre, que nos ayude a vivir en la verdad", destacó el purpurado porteño ante los miles de jóvenes que participaron de la misa en la Plaza Belgrano, frente a la basílica.
Tras señalar que "en la Casa de Jesús, la casa que cuida su Madre, están las raíces de nuestra fe, las raíces que tenemos como pueblo", recordó que "ésta es la verdad de nuestra historia y de nuestra pertenencia a esta querida patria, que desde sus orígenes tiene a la Virgen como patrona, como Madre que cuida la esperanza de sus hijos".
El prelado precisó que peregrinamos a Luján porque "necesitamos confirmar lo que se nos dio por la fe, un bien que se nos dio desde el principio, la verdad. Necesitamos que Ella nos confirme que Dios es la verdad" e invitó a repetir tres veces, parafraseando el lema de la peregrinación: "Madre, ayúdanos a vivir la verdad".
El cardenal Bergoglio advirtió, además, que "hay alguien que no quiere la verdad, Jesús le puso un nombre: el padre de la mentira, el demonio", y recordó que "ya a Jesús en el desierto se le apareció y le dibujo escenario distinto de mentira para que se apartara de la verdad por las cuales había venido".
"El mentiroso por esencia, ese que nos muestra vidrios de colores y nos quiere hacer creer que son joyas preciosas. El demonio que nos engaña, nos promete y no nos paga, porque como es mentiroso es un mal pagador. Es el padre de la mentira", sentenció.
El primado insistió en que "nos vamos a casa con la seguridad de no ser confundidos, de que no vamos a ser engañados, porque hoy le hemos pedido de corazón que nos ayude a vivir en la verdad. Porque es la Madre la que va a protegernos para nos ser engañados, para no ser confundidos por las artimañas del demonio".
Fe y esperanza La columna principal de peregrinos –con la "imagen cabecera" de la Virgen- habían partido el sábado del santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, tras agradecerle al santo que había salido el sol y que la lluvia no haría más difícil los 70 kilómetros hasta la basílica de la patrona nacional.
Ese grupo llegó a las 6.43 a la Plaza Belgrano, de Luján, en medio de aplausos y vítores. La mayoría descansaba en el suelo, pero al verla llegar se pusieron de pie para recibirla, mientras se escuchaba la canción "Madre del pueblo, bendita eres". "Esto es una emoción impresionante", dijo Mario Bianchi, uno de los que colaboró en transportar la imagen hasta Luján y la colocó sobre el altar.
Referencia al aborto El obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Eduardo García, advirtió sobre quienes "defiende irracionalmente la muerte del que está por nacer", antes de bendecir a los peregrinos que salían del santuario de San Cayetano.
"Todos defendemos la vida y nos oponemos a todo tipo de violencia y muerte", recordó.
Monseñor García estimó además que "un país, por muy organizado que se sienta, no puede ser estable y fecundo si le falta la verdad".+
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