sábado, enero 27, 2007

Meditación para el día 28 de Enero del 2007

DOMINGO IV Durante el año.
 
«Entonces Jesús comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír". Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: "¿No es este el hijo de José?". Pero él les respondió: "Sin duda ustedes me citarán el refrán: 'Médico, cúrate a ti mismo'. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaún". Después agregó: "Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio". Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino» Lc 4,21-30
 
EL CAMINO DE JESÚS

Todos en la vida tenemos que recorrer un camino y asumir una historia, lo que implica opciones muchas veces duras y exigentes. No se puede recorrer un camino sin afrontar las despedidas, los riesgos y los sacrificios que puedan irse presentando. Así se va configurando una verdadera "geografía espiritual" del camino.
A medida que se va avanzando, la experiencia del caminante se va acrecentando. Y se va acumulando lo que habitualmente entendemos como la sabiduría de la vida. Y así pasan los años y los plazos se van cumpliendo y la meta se va acercando… Porque todo camino y todo caminar supone una promesa y una meta… De lo contrario nuestra vida perdería todo su sentido.
Al final del camino y mirando hacia atrás, las cosas se hacen más claras, los juicios y las apreciaciones más objetivas y matizadas, las motivaciones más transparentes. "Se han de encontrar un día, quién sabe dónde, el camino más ancho, más hondo el hombre" (A. Yupanqui).
Estas experiencias del camino adquieren todo su sentido iluminadas por el ejemplo y el seguimiento de Cristo. Él fue el gran caminante que pasó por el mundo con corazón de atleta, haciendo el bien y peregrinando hacia la casa del Padre.
Por eso, Aunque nos parezca sorprendente, es a partir de su muerte y resurrección en Jerusalén que se puede comprender el episodio inicial en su patria chica.
El evangelista Lucas proyecta premeditadamente hacia atrás los últimos momentos de Jesús. Quiere recordarnos que ya desde el principio en la sinagoga de Nazaret, Jesús fue un motivo de contradicción y un signo de escándalo para sus coetáneos. Unos estaban a su favor y otros en su contra. Pero él debía seguir su camino: "Debo seguir mi camino, hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén" (Lc 13,33).
 
Monasterio Los Toldos.

jueves, enero 25, 2007

guión de misa para el Domingo 28 de Enero - 4º durante el año

Celebrando la Vida

en el

Nuevo Milenio

Guiones para la celebración de la Cena del Señor

Ciclo "C"

Miguel Ángel Osimani

EDICIONES BETANIA

 

 

 

DOMINGO 4º

DURANTE EL AÑO

 

 

PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante

 

Una vez más, como todos los domingos, nos reunimos para celebrar la Cena del Señor; concretamente celebramos el cuarto domingo durante el año. Y celebrar la Eucaristía nos compromete a ser anunciadores de la Buena Noticia, que muchas veces es una tarea arriesgada, ya que no todos aceptan la Palabra de Dios.

 

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

Jesús se presenta como profeta: tiene la misión de predicar oportuna e inoportunamente la Palabra de Dios, una palabra que no es agradable a todos y por la que empieza a ser signo de contradicción. Una palabra que no siempre cae bien, que denuncia, que quema, pero que finalmente triunfa. Y ésta es la misión a la que estamos llamados todos los que queremos ser verdaderos discípulos suyos.

1ª. LECTURA:  (Jr 1, 4-5. 17-19)        (Ver texto)

 

Es el mismo Dios quien llama y confiere el ministerio de profeta; misión arriesgada pero que lleva consigo la promesa de la asistencia divina para llevar a término la misión.

 

SALMO RESP.:     (70, 1-4a. 5-6ab. 15ab. 17)    (Ver texto)

                    R.   Mi boca, Señor, anunciará tu salvación.              

2ª. LECTURA:    (1 Co 12, 31 - 13, 13)    (Ver texto)

 

Pablo nos transmite el "himno al amor", manifestándonos que el cristiano es alguien que sabe y practica que el amor es lo más grande, por encima de la fe y la esperanza.

EVANGELIO:   (Lc 4, 21-30)      (Ver texto)

 

Escuchemos ahora al mismo Jesús, que nos manifiesta que su Evangelio es siempre incómodo y sacude nuestra tranquila seguridad.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES:

 

CELEBRANTE:

 

En el Evangelio hemos visto la incomprensión de los que escuchaban su predicación, incomprensión que continua en la vida de los que queremos seguirlo. Por eso presentémosle ahora al Padre nuestra oración:

 

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"SEÑOR, QUE SEAMOS FIELES A TU PALABRA "

v Para que siempre encontremos en la Iglesia el depósito de la verdad, y en ella escuchemos al mismo Cristo que nos habla, te pedimos...

 

v Para que nuestra Iglesia diocesana sea siempre un recinto en el que, reunidos en un solo Cuerpo, nos mantengamos siempre firmes en el seguimiento de Cristo, te pedimos...

 

v Para que el mundo encuentre la paz que nos trae Cristo, se terminen las guerras y las discordias y todos podamos vivir en unidad y concordia, te pedimos...

 

v Para que los que sufren, los que están solos, abandonados, enfermos, injustamente marginados, encuentren en Cristo el consuelo y la esperanza de la vida eterna, te pedimos...

 

v Para que todos los cristianos continuemos el camino de Jesucristo, en nosotros mismos y en nuestro mundo, proclamando la Buena Noticia y dejando que la fuerza del amor inunde nuestras vidas, te pedimos...

 

CELEBRANTE:

 

Padre, concédenos lo que con fe te hemos pedido y danos la fuerza de tu Espíritu para ser profetas de tu amor, encontrando siempre la verdad en las enseñanzas de tu Hijo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.

 

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

 

Presentemos al Padre los dones que se convertirán en Pan de vida eterna y Cáliz de eterna salvación, y junto con ellos, nuestras vidas y nuestras cosas, para que todo quede consagrado a Él.

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Sabemos que Jesucristo está presente en medio nuestro, y por ello unamos nuestros corazones y nuestras voces para dar gracias a nuestro Padre del Cielo por este don inmenso de su amor.

COMUNIÓN:

 

El Señor nos ha llamado a ser sus profetas, pero no nos abandona a nuestras fuerzas en esta tarea: Él mismo ha querido ser nuestro alimento que ahora se nos ofrece en la Eucaristía.

DESPEDIDA:

Esta Eucaristía tiene que haber significado para nuestras vidas un nuevo impulso evangelizador; el mismo Señor nos ha elegido para ser sus profetas y nos ha enviado a proclamar su Palabra, a comunicarla sin miedo y con mucho amor.

 

 

lunes, enero 01, 2007

Reflexión del 1º de Enero mería Madre de Dios

María guardaba todo en su corazón

Fuente: Catholic.,net
Autor: P Juan Pablo Menéndez

Lucas 2, 16-21


Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho. Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.


Reflexión

Empezamos el año festejando a la Virgen. Es una oportunidad de oro para ponernos en sus manos desde el primer respiro del año.

Los hombres, al igual que hace dos mil años, siguen necesitando de Cristo. Pero pocos le reciben y le aceptan, porque se olvidan del ejemplo que nos dan María y los pastorcillos. El Evangelio nos dice que los pastores después de escuchar el mensaje del ángel "fueron a toda prisa".. Porque los "sencillos de corazón verán a Dios". Es decir, pusieron en práctica lo que les pedía Dios: caminar hacia Belén, donde encontrarían al Salvador. Y es precisamente esto lo que necesitamos. Sabemos que para tener a Cristo hay que decidirse a dejar los "rebaños" del egoísmo, de la comodidad, el placer y la vanidad, pues no existe un Cristo a nuestra medida, sino el único Cristo que encontraron los pastorcillos "un niño envuelto en pañales recostado en un pesebre". Para llegar a Él hace falta ser humildes, pues la entrada de la cueva es pequeña y exige agacharse. Es Dios mismo quien nos enseña, desde ese pesebre, que su seguimiento exige cruz, dolor, humildad, pureza y pobreza de corazón, y obediencia a la voluntad de Dios. Y es esto lo que da la paz y la felicidad en el corazón. María, la Madre de Dios, nos enseña que para llegar a Cristo hace falta también la oración. Ella "guardaba todas la cosas y las meditaba en su corazón".

Para ser Madre de Dios, María no tuvo que renunciar o dejar al margen nada de su feminidad, al contrario, la tuvo que realizar en nobleza y plenitud, santificada como fue por la acción del Espíritu Santo.

Al nacer de una mujer Dios ha enaltecido y llevado a perfección "el genio femenino" y la dignidad de la mujer y de la madre. La Iglesia, al celebrar el uno de enero la maternidad divina de María, reconoce gozosa que María es también madre suya, que a lo largo de los días y los meses del año engendra nuevos hijos para Dios.

Madre, bendición y memoria. En el designio de Dios, que es fuente de la maternidad, ésta es siempre una bendición: como a María, se puede decir a toda madre: "Bendito el fruto de tu vientre". Una bendición primeramente para la misma mujer, que mediante la generación da cumplimiento a la aspiración más fuerte y más noble de su constitución, de su psicología y de su intimidad. Bendición para el matrimonio, en el que el hijo favorece la unidad, la entrega, la felicidad. Bendición para la Iglesia, que ve acrecentar el número de sus hijos y la familia de Dios. Bendición para la sociedad, que se verá enriquecida con la aportación de nuevos ciudadanos al servicio del bien común.

La maternidad es también memoria. María hacía 'memoria' de todas esas cosas en su corazón. Memoria no tanto de sí misma, cuanto del hijo, sobre todo de los primeros años de su vida en que dependía totalmente de ella. Memoria que agradece a Dios el don inapreciable del hijo. Memoria que reflexiona y medita las mil y variadas peripecias de la existencia de sus hijos. Memoria que hace sufrir y llorar, que consuela, alegra y enternece. Memoria serena y luminosa, que recupera retazos significativos del pasado para bendecir a Dios y cantar, como María, un "magnificat",

Si queremos salir de estas Navidades "glorificando y alabando a Dios por todo lo que hemos visto y oído" y de habernos encontrado con Cristo niño, hace falta desprendimiento de nosotros mismos, humildad y oración. Y así, todos los que nos escuchen se maravillarán de las cosas que les decimos.




María, Madre de Dios Primer día del año dedicado a María.

Reflexión de la lectura del 31 de Diciembre

EVANGELIO

Jesús entre los doctores de la Ley es hallado por sus padres

a Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

según san Lucas

2, 41-52

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de Él.

Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.

Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados».

Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que Yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?» Ellos no entendieron lo que les decía.

Él regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.

Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres.

Palabra del Señor.

Reflexión

UN CUADRO NO PARA PINTAR Y SI PARA IMITAR

1.- En medio de la Navidad, y desde la lógica que nosotros tenemos, no nos resulta difícil entroncar esta fiesta: la Sagrada Familia.

--¡Algo bueno tiene la familia cuando, Dios, quiso formar parte de una!

--¡Algo, esencial e insustituible debe de tener la familia cuando, Dios, quiere nacer y crecer en medio de ella!

Mirar a José y María, en este domingo, es saber que una familia de Dios está llamada a cumplir la voluntad de Dios.

A mí, esta festividad de la Sagrada Familia, me sugiere una cosa: en ella se aprende a querer o a no querer al Señor; en ella, la familia, se aprende a apreciar a Jesús o a ignorarle; en ella, la familia, se aprenden los valores que el Evangelio nos sugiere o, por el contrario, se puede llegar a no conocerlos.

Amigos: ¡la familia! Es nuestra asignatura pendiente. Y, sobre todo, porque estamos en un momento tremendamente delicado. Hasta el Papa Benedicto, este pasado viernes, lo pensaba en alto: "nos preocupa el futuro de la familia por cuanto se le compara con otras situaciones que en nada tienen que ver con la esencia de la misma".

2.- Belén es algo vivo, un ideal de lo que pueden ser las familias de hoy. No es una estampa que se ha quedado petrificada en los siglos del ayer. No es puzzle para ser encajado a modo de entretenimiento, ni tampoco algo para ser objeto de burla por una campaña orquestada e ideológica para sacarlo del contexto escolar o institucional. Ningunear a la Sagrada Familia, por si alguno no es consciente, es ir en contra de la estructura que sostiene los valores occidentales.

La Sagrada Familia es todo un ejemplo para los que queramos recuperar o mantener la sencillez, la verdad, la bondad de Dios, la alegría de corazón, la fidelidad entre los esposos, el amor auténtico entre un hombre y una mujer.

Belén, entre otras cosas, es un grito contracorriente a lo que, hoy, estamos padeciendo y viviendo en algunos lugares de nuestra tierra. ¿Son necesarios –de repente y tan deprisa- tantos cambios que alteran y desequilibran lo que es equilibrio en la sociedad?

3.- Hoy, en la Sagrada Familia, contemplamos los más altos ideales que muchos de nuestros padres siguieron a rajatabla: creer en Dios es vivir en el amor.

Jesús, José y María nos animan a seguir en el camino que hemos emprendido como familias cristianas. El amor de Dios, tan apartado y arrinconado en muchas familias que se dicen cristianas, ha de ser el pulmón que dé oxígeno y vida a un hogar. ¿Cuántos de los que estamos aquí hemos bendecido la mesa en estos días? ¿Y por qué sólo en Navidad y no todos los días? ¿Cuántos de los que estamos aquí intentamos cumplir la voluntad del Señor antes que dar capricho y ceder ante la presión y disposición de una sociedad hedonista y esquiva con las cosas de Dios? ¿Cuántos, de los que hoy estamos aquí, vivimos con cierta radicalidad –como la Sagrada Familia- nuestro encuentro con Dios; nuestra experiencia de Dios; nuestra apertura a Dios?

No podemos quedarnos en una continua lamentación. Pero, más que mirar hacia fuera, vamos a intentar hacer más saludables nuestros propios hogares con la fuerza de la oración; con la alegría de la fe; con el firme convencimiento y seguridad de que Dios nos apoya y nos acompaña en la misión de padres, en la educación de los hijos o en el cuidado de nuestros mayores.

Mirar a Belén es ver el amor que triunfa; el amor que todo lo invade; el amor que todo lo puede; el amor que, incluso asume, el hecho de que Jesús siga su propio camino para cumplir la voluntad de Dios, antes que dar satisfacción a sus propios padres.

4.- Fiesta de la Sagrada Familia. No cuesta demasiado centrarnos y ver que, hoy más que nunca, es un gran ideal que tenemos que presentar y seguir proponiendo ante otras opciones –respetables por supuesto- pero distintas a la familia cristiana.

Si María conservaba todo esto en su corazón, que nosotros aún en medio de tormentas y dificultades, aprendamos una gran lección: algo tiene el agua cuando la bendicen y algo tiene la familia, cuando tantos la quieren confundir o infravalorar.

Javier Leoz

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JESÚS EN FAMILIA

1. En este domingo de la Sagrada Familia la Iglesia quiere ante todo que volvamos los ojos al hogar de Nazaret para contemplar en él la humanidad de Cristo y contemplar el verdadero alcance de la encarnación del Hijo de Dios, en todo semejante a nosotros menos en el pecado.

Cristo quiso nacer de María Virgen para que en su humanidad nueva, el hombre pudiera superar la condición pecadora del viejo Adán. Cristo es así el nacido de lo alto, no de la carne ni de la sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios, como nos dice san Juan en el prólogo a su evangelio. Nació de lo alto para recrear en su humanidad nueva nuestra humanidad pecadora.

2. - Jesucristo es para nosotros la revelación de todo lo que Dios es. Es en Jesús el Cristo que nosotros los cristianos conocemos de verdad lo que para nosotros es Dios. Pero Jesús revela a Dios justamente formando parte de una familia, en el seno de una familia, precisamente en su forma de vivir la familia. Si Dios es amor es en el lugar en el que primordialmente recibimos amor, la familia, en donde se nos revela lo que de verdad es Dios.

Jesús demuestra en sus más de treinta años de vida ordinaria de trabajo manual, que las tareas más extraordinarias del mundo: Honrar a Dios, liberando a los oprimidos, se realizan viviendo a fondo la más normal vida familiar. Hizo lo ordinario de forma extraordinaria.

3.- Es en la familia en donde recibimos la primera revelación, y la más importante de toda la vida, de lo que es Dios. Si Dios es amor incondicional, es en la familia en donde por primera vez somos amados no por nuestros méritos, sino porque sí. No porque seamos bonitos, o inteligentes, o buenos o simpáticos, sino porque somos hijos.

Y Dios es así. Y así es Dios. Dios no nos quiere porque nosotros seamos buenos, sino porque Él es bueno. En nuestra familia nos quieren como somos, igualmente Dios. Quien no ha tenido madre y no ha sido amado incondicionalmente, nunca sabrá o entenderá lo que es Dios por muchas explicaciones que le demos. Porque el amor no se aprende por razones, sino siendo amado y amando.

Nosotros no amamos a nuestros padres porque ellos no tengan ningún defecto, nosotros no hemos escogido de qué padres nacer, los queremos porque son nuestros padres, y punto, o no los queremos.

Una familia es una familia sagrada cuando en ella se ama a pesar de todo, como Dios. Familia sagrada es aquella en la que existe la revelación de la gratuidad del amor. Sólo el amor incondicional es revelación del amor de Dios.

4.- ¿Qué significa para nosotros la Sagrada Familia? ¿Una cosa rara? ¿Hemos hecho de la familia de Jesús una familia extraterrestre que no se parece en nada a la nuestra?, ¿Se parece en nada a las familias que sí existen a nuestro alrededor?

Nadie se casa porque la novia o el novio no tengan defectos. Si hubiera que esperar o encontrar una novia o novio sin defectos para casarse, nadie se casaría. Tampoco uno se divorcia porque la esposa o el esposo tengan defectos; si sólo duraran los matrimonios en los que el cónyuge no tuviera defectos, no habría un solo matrimonio permanente. Sólo el amor hace posible la superación de los problemas matrimoniales. Sólo el amor hace posible que un matrimonio cumpla 25 ó 50 años de existencia.

José, María y Jesús son el prototipo de familia y matrimonio que vive y perdura por amor y sólo por amor. Ellos son el ideal para nosotros.

5. - Jesús va al templo a tener su "barMitsvá" hebreo; tiene doce años y debe pasar a ser un adulto en su fe, según la mentalidad judía. El relato del evangelio tiene muchos más detalles teológicos que históricos. Según Lucas Jesús es hijo de Dios y, al mismo tiempo y sin contradicción para el evangelista, es hijo de María y de José. El mismo evangelista que dice que fue engendrado por obra y gracia del Espíritu Santo es el que dice:" Tu padre y yo te buscábamos".

Jesús no admite a nadie entre la voluntad de Dios y él. La primera frase que los evangelios ponen en boca de Jesús es para afirmar que Jesús sólo se siente en dependencia absoluta de la voluntad de Dios. La carta a los hebreos resume precisamente así lo que fue la finalidad de la vida de Jesucristo: "He aquí que vengo a cumplir tu voluntad".

El evangelio dice que en el templo Jesús estaba oyendo a los doctores y haciéndoles preguntas; todo eso forma parte de la ceremonia del "barMitsvá" de un joven hebreo a los doce años. La importancia en el relato no la tiene ninguno de esos detalles, sino las primeras palabras de Jesús en todo el Evangelio.

El relato termina de una forma equívoca. La frase final de Lucas admite el sentido de que ellos no habían entendido lo que Jesús les había avisado. Supone la posibilidad de que Jesús hubiera avisado que se iba a quedar en el templo y que sus padres no lo hubieran entendido.

Jesús estuvo, según este trozo hasta los años de su actividad pública, en Nazaret. Por eso a sus coterráneos les extrañará la sabiduría que va a mostrar. Si hubiera salido a estudiar fuera de Israel a nadie le hubiera extrañado la sabiduría que mostraba.

Antonio Díaz Tortajada

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LO QUE APRENDIÓ JESÚS DE SU FAMILIA

1. - "No hay nación que tenga a sus dioses tan cercanos como Israel", dice la Escritura, y esto se cumple hasta lo inconcebible en Jesús, Nuestro Dios y Señor, nacido de una madre, María, y educado de una familia llena de cariño. ¿Hay algo más semejantes a nosotros? ¿Más cercano?

Los problemas que hoy salpican con sus olas a nuestras familias no perdonaron tampoco a la familia de Jesús.

+ Su patria era un país dominado por un ejército extranjero siempre dispuesto a la dura represión cuando la creía necesaria.

+ El gobierno del propio país estaba en las manos de Herodes, hombre injusto que no buscaba más que mantenerse en el poder.

+ El terrorismo estaba representado por los llamados Zelotes, que asesinaban a las sombras de las estrechas calles de Jerusalén a los que, arbitrariamente, habían sentenciado a muerte.

+ La religión estaba en poder de unas familias sacerdotales ambiciosas, que habían vaciado de sentido la religión y el culto a Dios, mercantilizándolo y reduciendo todo a meras formas externas.

2. - José no fue ni un pequeño empresario, ni siquiera un obrero especializado como nos lo han representado los pintores clásicos. Era más bien, quizá, un "manitas", pero sin trabajo fijo y que, por lo tanto, no pocas veces estaría en el paro y sin subsidio. Podría ser uno de esos que Jesús describía en la plaza pública esperando que alguien los contratara. El Evangelio de hoy, nos describe a la Sagrada Familia como una familia de emigrantes, que al fin tienen que regresar a la propia patria, y por fin, empezar de nuevo. Hasta en el seno de la familia hubo incomprensiones. José y María no entendían a Jesús en su proceder, y nos consta de la regañina que María, su madre, le echó en el templo:

--¿Por qué te has portado así con tu padre y conmigo?

Impresiona pensar que Jesús, la Sabiduría Divina, aprendiera de María y de José:

De María, tal vez aquello de la alegría de la vecina que encuentra la dramática pérdida y viene a contarlo a las amigas; o lo de que no se debe poner un remiendo de paño a nuevo a un paño viejo porque los destroza; o aquello, de que la luz hay que ponerla en alto para que ilumine la habitación.

De José, campesino avezado a mirar al cielo y a la naturaleza, aquello de las nubes que traen el agua; o lo de los brotes que anuncian la primavera; o lo de los lirios adornados por el Padre Dios; o aquello de los pajarillos a los que nunca le falta de comer; o quizá, lo de la maldad del alacrán que hay que mantener lejos del niño indefenso. Jesús como cada uno de nosotros, aprendió de sus padres

3. -. ¿Qué mantuvo unida a una familia en medio de unos problemas tan semejantes a los nuestros?

+ Una fe ciega en un Padre Dios, que nunca les regaló cesta de Navidad ni juguetes de Reyes Magos, pero les mostró su camino y les dio fuerza y alegría para hacerlo.

+ Un gran amor y un gran respeto mutuo, que es por parte de los hijos reconocimiento agradecido a ese día de padre y madre que se afana por ellos, y es por parte de los padres el tratar de hacer que los hijos aprendan a volar antes de tiempo y se rompe una pata un ala, que sepa tomar la propia responsabilidad sin echar la culpa a los padres que no tienen ninguna.

José Maria Maruri SJ

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1º de enero - María Madre de Dios

Mito 41: En el año 1950 el último dogma fue proclamado por Pio XIILa Iglesia Católica quiere comenzar el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María. La fiesta mariana más antigua que se conoce en Occidente es la de "María Madre de Dios". Ya en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma y donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa, en tiempos de las persecuciones, hay pinturas con este nombre: "María, Madre de Dios".

Si nosotros hubiéramos podido formar a nuestra madre, ¿qué cuao principio, y la Virgen no formó a Dios. Pero Ella es Madre de uno que es Dios, y por eso es Madre de Dios.

Y qué hermoso repetir lo que decía San Estanislao: "La Madre de Dios es también madre mía". Quien nos dio a su Madre santísima como madre nuestra, en la cruz al decir al discípulo que nos representaba a nosotros: "He ahí a tu madre", ¿será capaz de negarnos algún favor si se lo pedimos en nombre de la Madre Santísima?

Al saber que nuestra Madre Celestial es también Madre de Dios, sentimos brotar en nuestro corazón una gran confianza hacia Ella.

Cuando en el año 431 el hereje Nestorio se atrevió a decir que María no era Madre de Dios, se reunieron los 200 obispos del mundo en Éfeso (la ciudad donde la Santísima Virgen pasó sus últimos años) e iluminados por el Espíritu Santo declararon: "La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios". Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".

El título "Madre de Dios" es el principal y el más importante de la Virgen María, y de él dependen todos los demás títulos y cualidades y privilegios que Ella tiene.

Los santos muy antiguos dicen que en Oriente y Occidente, el nombre más generalizado con el que los cristianos llamaban a la Virgen era el de "María, Madre de Dios".

Guión de misa para el 1º de Enero 2007 - Solemnidad de María, Madre de Dios

Celebrando

la Vida

en el

Nuevo Milenio

Guiones para la celebración de la Cena del Señor

Ciclo "C"

Miguel Ángel Osimani

EDICIONES BETANIA

1º DE ENERO DE 2007

SOLEMNIDAD DE SANTA MARIA, MADRE DE DIOS

PREPARACIÓN:

Antes de la salida del celebrante y de los ministros hacia el exterior del templo

Hermanos, nos encontramos aquí reunidos, en este primer día del año del Señor 2007, que iniciamos con esta celebración de la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, que es la celebración más antigua de la Virgen en la Iglesia de Roma.

Y en este día celebramos la Jornada Mundial de la Paz este año bajo el lema "La persona humana, corazón de la paz ", para pedir a Dios una bendición sobre todos nosotros en este año que comenzamos; sobre nuestras familias, sobre nuestro pueblo, implorando la paz, esa paz que tanto necesitamos.

AMBIENTACIÓN:

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

El Señor nos muestra a María Santísima, la elegida de Dios Padre para que sea Madre de su Hijo, que nace hombre para darnos la filiación divina. "La Madre del Redentor camina con nosotros y nos guía, con ternura materna, hacia el futuro. Así, ayuda a la humanidad a cruzar todos los umbrales de los años, de los siglos y de los milenios, sosteniendo su esperanza en aquel que es el Señor de la historia." Como ella, sepamos estar atentos a lo que el Señor quiere decirnos, para poder descubrir en nuestra vida de cada día, la salvación de Dios.

1ª. LECTURA: (Nm 6, 22-27) (Ver texto)

Escuchemos estas palabras de bienaventuranza; palabras con que los sacerdotes del Antiguo Testamento invocaban la protección de Dios sobre su pueblo. Es así también como Dios nos bendice a nosotros.

SALMO RESP.: (66, 2-3. 5-6. 8) (Ver texto)

R. El Señor tenga piedad y nos bendiga

2ª. LECTURA: (Ga 4, 4-7) (Ver texto)

San Pablo nos habla de la alegría de las fiestas de Navidad que estamos celebrando; nos ha llegado la salvación, la nueva vida de hijos del Padre, y nos ha llegado mediante un hombre como nosotros: el Hijo de María.

EVANGELIO: (Lc 2, 16-21) (Ver texto)

Es el mismo Señor quien ahora nos habla: es el Hijo de Dios que ha venido a vivir entre nosotros, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para librarnos de la esclavitud de la ley. Aclamémoslo jubilosamente cantando el Aleluya.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Queridos hermanos, por intercesión de la Virgen Madre, de quien hemos recibido al autor de la vida, Jesucristo, presentemos nuestra plegaria a nuestro Padre del Cielo.

GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando:

"SEÑOR, CONCÉDENOS TU PAZ"

v Señor, te pedimos por la Santa Iglesia y el Santo Padre, para que todos los hombres, de todas las razas y de todos los pueblos, escuchen su mensaje de paz y amor en su corazón , reconociendo en su voz, la del mismo Cristo que hoy nos habla a cada integrante de la gran familia humana, oremos...

v Padre, te pedimos por nuestros Obispos, para que redoblen sus esfuerzos en pro del derecho a la vida y a la libre expresión de la propia fe en Dios y denuncien el atenta do a la paz que son las muertes silenciosas provocadas por el hambre, el aborto, la experimentación sobre los embriones y la eutanasia, oremos...

v Padre, te pedimos que los responsables de las naciones asuman el compromiso de intentar con determinación la disminución y desmantelamiento definitivo de todas las armas nucleares, tomando conciencia que está en juego la suerte de toda la familia humana, y terminando con las guerras fraticidas, todos los hombres podamos vivir en paz, oremos...

v Padre, te pedimos que en nuestra Patria todos nos sintamos comprometidos a ser trabajadores incansables en favor de la paz y valientes defensores de la dignidad de la persona humana y de sus derechos inalienables, oremos...

v Señor, queremos que a todas nuestras familias, María nos enseñe en su Hijo el camino de la paz, e ilumine nuestros ojos para que sepan reconocer su Rostro en el rostro de cada persona humana, corazón de la paz , oremos...

CELEBRANTE:

Padre eterno, principio y fin de todas las cosas, acepta con bondad las súplicas que te elevamos, por intercesión de la Virgen Madre de tu Hijo; concede a la humanidad la paz que el mundo no puede dar, y haz que te sirvamos con alegría todos los días de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Con este pan y este vino ofrezcámonos nosotros mismos al Padre de las misericordias, con un compromiso de honrar todos los días de nuestra vida, con nuestra fe y nuestra conducta, la condición de hijos suyos que Él nos ha dado.

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Con María, la Madre de Jesús y nuestra Madre, hagamos ahora nuestra acción de gracias, porque Dios Padre nos ha dado la salvación, nos ha dado a Jesús para que nos abriera el camino hacia el Reino definitivo y eterno de Dios.

COMUNIÓN:

Comencemos este año recibiendo a Jesús, el Príncipe de la paz, en su Palabra y ahora en este alimento de vida, para que sea la fortaleza, el gozo, la esperanza, que nos ayude a recorrerlo, de acuerdo con lo que el Señor nos ha enseñado.

DESPEDIDA:

Al iniciar este primer día del año, hemos invocado a María Santísima como Madre de Dios, Madre del Príncipe de la paz, al terminar esta celebración "pongamos en sus manos el año que comienza a fin de que sea un tiempo de auténtico progreso y de convivencia serena y pacífica para todo el mundo."