|         Celebrando la Vidaen el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "C" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA  | 
|         
 DOMINGO 4º DURANTE EL AÑO 
 
 PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante  | 
|         
 Una vez más, como todos los domingos, nos reunimos para celebrar la Cena del Señor; concretamente celebramos el cuarto domingo durante el año. Y celebrar la Eucaristía nos compromete a ser anunciadores de la Buena Noticia, que muchas veces es una tarea arriesgada, ya que no todos aceptan la Palabra de Dios.  | 
|         AMBIENTACIÓN: Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial  | 
|         
 Jesús se presenta como profeta: tiene la misión de predicar oportuna e inoportunamente la Palabra de Dios, una palabra que no es agradable a todos y por la que empieza a ser signo de contradicción. Una palabra que no siempre cae bien, que denuncia, que quema, pero que finalmente triunfa. Y ésta es la misión a la que estamos llamados todos los que queremos ser verdaderos discípulos suyos.  | 
|         1ª. LECTURA: (Jr 1, 4-5. 17-19) (Ver texto)  | 
|         
 Es el mismo Dios quien llama y confiere el ministerio de profeta; misión arriesgada pero que lleva consigo la promesa de la asistencia divina para llevar a término la misión.  | 
|         
  | 
|         SALMO RESP.: (70, 1-4a. 5-6ab. 15ab. 17) (Ver texto)  | 
|         R. Mi boca, Señor, anunciará tu salvación.  | 
|         2ª. LECTURA: (1 Co 12, 31 - 13, 13) (Ver texto)  | 
|         
 Pablo nos transmite el "himno al amor", manifestándonos que el cristiano es alguien que sabe y practica que el amor es lo más grande, por encima de la fe y la esperanza.  | 
|         EVANGELIO: (Lc 4, 21-30) (Ver texto)  | 
|         
 Escuchemos ahora al mismo Jesús, que nos manifiesta que su Evangelio es siempre incómodo y sacude nuestra tranquila seguridad.  | 
  | 
|         ORACIÓN DE LOS FIELES: 
 CELEBRANTE:  | 
|         
 En el Evangelio hemos visto la incomprensión de los que escuchaban su predicación, incomprensión que continua en la vida de los que queremos seguirlo. Por eso presentémosle ahora al Padre nuestra oración:  | 
|         GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando:  | 
|         "SEÑOR, QUE SEAMOS FIELES A TU PALABRA "  | 
|         v Para que siempre encontremos en la Iglesia el depósito de la verdad, y en ella escuchemos al mismo Cristo que nos habla, te pedimos... 
 v Para que nuestra Iglesia diocesana sea siempre un recinto en el que, reunidos en un solo Cuerpo, nos mantengamos siempre firmes en el seguimiento de Cristo, te pedimos... 
 v Para que el mundo encuentre la paz que nos trae Cristo, se terminen las guerras y las discordias y todos podamos vivir en unidad y concordia, te pedimos... 
 v Para que los que sufren, los que están solos, abandonados, enfermos, injustamente marginados, encuentren en Cristo el consuelo y la esperanza de la vida eterna, te pedimos... 
 v Para que todos los cristianos continuemos el camino de Jesucristo, en nosotros mismos y en nuestro mundo, proclamando la Buena Noticia y dejando que la fuerza del amor inunde nuestras vidas, te pedimos... 
  | 
|         CELEBRANTE:  | 
|         
 Padre, concédenos lo que con fe te hemos pedido y danos la fuerza de tu Espíritu para ser profetas de tu amor, encontrando siempre la verdad en las enseñanzas de tu Hijo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.  | 
|         PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:  | 
|         
 Presentemos al Padre los dones que se convertirán en Pan de vida eterna y Cáliz de eterna salvación, y junto con ellos, nuestras vidas y nuestras cosas, para que todo quede consagrado a Él.  | 
|         DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")  | 
|         Sabemos que Jesucristo está presente en medio nuestro, y por ello unamos nuestros corazones y nuestras voces para dar gracias a nuestro Padre del Cielo por este don inmenso de su amor.  | 
|         COMUNIÓN:  | 
|         
 El Señor nos ha llamado a ser sus profetas, pero no nos abandona a nuestras fuerzas en esta tarea: Él mismo ha querido ser nuestro alimento que ahora se nos ofrece en la Eucaristía.  | 
|         DESPEDIDA:  | 
|         Esta Eucaristía tiene que haber significado para nuestras vidas un nuevo impulso evangelizador; el mismo Señor nos ha elegido para ser sus profetas y nos ha enviado a proclamar su Palabra, a comunicarla sin miedo y con mucho amor. 
 
  | 

No hay comentarios.:
Publicar un comentario