jueves, marzo 08, 2007

guión de misa para el III domingo de Cuaresma

Celebrando

la Vida

en el

Nuevo Milenio

Guiones para la celebración de la Cena del Señor

Ciclo "C"

Miguel Ángel Osimani

EDICIONES BETANIA

 

 

 

DOMINGO IIIº DE CUARESMA

 

 

PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante

 

Nos encontramos en el tercer domingo de Cuaresma: el tiempo en que caminamos hacia la Pascua; el tiempo en que Cristo nos llama a compartir una experiencia que puede cambiarnos radicalmente: la experiencia de renovarnos, de convertirnos, de abrirnos decididamente hacia la vida de Dios.

 

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

El Señor hoy nos urge a la conversión, advirtiéndonos que la muerte llega inesperadamente. Pero también nos dice que Él es inifinitamente misericordioso y se compadece de nuestros pecados si nos arrepentimos de ellos, por grandes que sean. Necesitamos hacer penitencia por nuestras faltas; no podemos esperar más, debemos poner manos a la obra; el Señor espera los frutos de nuestras buenas obras. Él es paciente, pero si no los damos, otros vendrán a ocupar nuestro lugar en su Iglesia.

1ª. LECTURA:  (Ex 3, 1-8a. 10. 13-15)     (Ver texto)

 

"Dios revela a Moisés su nombre, para que lo comunique al pueblo de Israel. Se establece así una relación especial de confianza y familiaridad entre Dios y su enviado, que se convertirá en instrumento de Dios para la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto."

 

SALMO RESP.:     (102, 1-4. 6-8. 11)     (Ver texto)

                    R.   El Señor es bondadoso y compasivo.              

2ª. LECTURA:    (1 Co 10, 1-6. 10-12)   (Ver texto)

 

San Pablo nos recuerda la historia de Israel, cuando salió de Egipto y atravesó el desierto hacia la Tierra prometida, y de ella saca enseñanzas para nuestra vida de bautizados.

EVANGELIO:    (Lc 13, 1-9)     (Ver texto)

 

Escuchemos a Jesús en el santo Evangelio, que nos hace ver la paciente misericordia de Dios y nos insiste en la urgencia de nuestra conversión.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES:

 

CELEBRANTE:

 

Queridos hermanos y hermanas, que esta plegaria que ahora vamos a elevar a nuestro Padre del Cielo, exprese nuestro deseo sincero de renovar profundamente nuestras vidas y de que su Reino llegue a todos los hombres.

 

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

 

"SEÑOR, SE PACIENTE Y ESPERA NUESTRA CONVERSIÓN"

 

v Porque queremos de verdad escuchar el llamado de tu Iglesia y del Vicario de tu Hijo, que nos urge a un sincero arrepentimiento de nuestros pecados y a la conversión de nuestras vidas, te pedimos...

 

v Porque los que formamos esta Iglesia diocesana, junto a nuestro Obispo, queremos procurar que lo que escuchamos y celebramos sea realidad en nuestra vida cotidiana, en la lucha y en la alegría, te pedimos...

 

v Para que todos los que habitamos esta nación, podamos tomar conciencia de la urgencia de una profunda conversión de nuestras vidas, en la reconciliación y el perdón entre todos, te pedimos...

 

v Porque queremos vivir tu misericordia, manifestándola con obras concretas hacia nuestros hermanos sufrientes y más necesitados, te pedimos...

 

v Para que todos los cristianos aprendamos a vivir en el amor, cumpliendo tu voluntad y no siendo sordos a tu llamada a la conversión, para que así nuestras vidas den el fruto que esperas de ellas, te pedimos...

 

CELEBRANTE:

 

Padre bueno que estás siempre en nosotros, libéranos de todo mal, ayúdanos para que el sacrificio de nuestra austeridad cuaresmal nos haga agradables a tus ojos y conduce nuestro caminar hacia tu Reino. Te lo ped imos por Jesucristo, nuestro Señor.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

 

Junto a estos dones, y al ofrecernos a nosotros mismos, ofrezcamos al Padre un sincero propósito de saber perdonar a nuestros hermanos, tal como Él nos perdona a nosotros.

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Dios está siempre presente en nuestro camino. El Dios de Abrahán, de Moisés, el Dios que en Cristo se nos dio plenamente. Éste es el motivo de nuestra plegaria, llena del gozo de la esperanza.

COMUNIÓN:

 

En su caminar hacia la Tierra prometida, los judíos comieron el mismo alimento milagroso y bebieron de la misma bebida espiritual, pero no todos entraron en ella. Que esta participación en el alimento del Señor sea realmente un impulso para nuestro camino hacia el Reino de Dios.

DESPEDIDA:

En este camino cuaresmal de renovación, que esforzadamente estamos recorriendo, que todo lo que aquí hemos escuchado y celebrado sea realidad en nuestras obras durante la semana que hoy iniciamos; y que la bendición de Dios que hemos recibido sea signo de su presencia activa entre nosotros.

 

 

 

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