Celebrando la Vidaen el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "C" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA
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DOMINGO IVº DE CUARESMA
PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante |
Hermanos, hemos llegado a la mitad de este tiempo de Cuaresma, celebrando hoy el cuarto domingo: el domingo "Laetáre" que tradicionalmente tiene un sentido especialmente festivo. Pone de relieve la alegría que proporciona la conversión. Dejémonos cautivar, ya desde ahora, por las palabras de la parábola evangélica: "Es justo que haya fiesta y alegría".
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AMBIENTACIÓN: Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial |
Hoy el Señor nos manifiesta el amor infinitamente misericordioso de Dios, amor que es un verdadero misterio que supera las explicaciones de la razón; Él se compadece de nuestra miseria y su amor se hace misericordia, llamándonos a confiar en ella, en una actitud de dar el paso hacia Él; actitud que no sólo que espera, sino que Él mismo provoca. Y también nos llama a anunciar su misericordia a nuestros hermanos y a practicarla de verdad con cada uno de ellos. |
1ª. LECTURA: (Jos 4, 19; 5, 10-12) (Ver texto) |
Este pasaje nos relata la feliz llegada a la tierra prometida. También a nosotros el Señor quiere conducirnos a la tierra prometida de su Reino. |
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SALMO RESP.: (33, 2-7) (Ver texto) |
R. ¡Gusten y vean que bueno es el Señor! |
2ª. LECTURA: (2 Co 5, 17-21) (Ver texto) |
Nuevamente nos anuncia el Apóstol, la gracia que hemos recibido por Jesucristo y nos llama a convertirnos. No dejemos pasar por alto esta llamada, ahora que tan cerca estamos ya de la Pascua. |
EVANGELIO: (Lc 15, 1-3. 11-32) (Ver texto) |
Escuchemos ahora la proclamación del santo Evangelio, que es luz para los ciegos, buena noticia para los pobres y hoy más que nunca, misericordia para los pecadores. |
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ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE: |
Queridos hermanos, el Padre espera nuestra conversión y nuestro retorno a su casa; Él ha puesto la mesa, como en día de fiesta, para todos los hombres. Oremos para que nadie quede exclu ido.
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GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando:
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"PADRE, ESCÚCHANOS Y ESPERA NUESTRA CONVERSIÓN" |
v Padre bueno, te pedimos por la Iglesia y por el Sumo Pontífice, para que todos los hombres del mundo escuchemos su proclamación de un Dios Padre que está más dispuesto a perdonar que a castigar, oremos...
v Padre santo, te pedimos por nuestro Obispo, para que junto a él construyamos una Iglesia diocesana acogedora y fraterna, evangelizada y evangelizadora, oremos...
v Padre todopoderoso, te pedimos por nuestra Patria, para que respetándonos, a pesar de las diferencias políticas, todos aportemos nuestra colaboración en la tarea común de trabajar por la paz, la justicia y la libertad, oremos...
v Padre misericordioso, te pedimos por los que sufren, tanto espiritual como materialmente, para que descubriendo en tí a un verdadero Padre que se compadece de su miseria, encuentren en nosotros a verdaderos hermanos que ejercitan con ellos esa misma misericordia, oremos...
v Padre nuestro, te pedimos por todos los cristianos, para que nuestra celebración sea una fiesta alegre por el amor que tú nos tienes, al perdonarnos y acogernos a todos como hijos tuyos, oremos...
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CELEBRANTE: |
Padre del cielo, tú no encuentras mejor manera de manifestar tu omnipotencia que perdonando y teniendo misericordia. Derrama tu amor sobre nosotros, para que, después de esforzarnos por realizar tu voluntad, podamos participar en tu fiesta eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. |
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS: |
Junto al pan y el vino, ofrezcamos hoy al Padre un sincero deseo de transformación de nuestras vidas y de nuestras familias, para que ellas sean acogedoras, con puertas siempre abiertas. |
DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros") |
Demos gracias al Padre que nos llama a participar de su fiesta, de su banquete, sin tener en cuenta que somos pecadores y que siempre nos espera como hijos suyos. |
COMUNIÓN: |
En el Evangelio hemos escuchado que el Padre decía: "Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida". Esta Eucaristía que vamos a comer es ya un anticipo de ese banquete que el Padre celestial prepara para nosotros. |
DESPEDIDA: |
Ya hemos recorrido tres semanas de este tiempo de Cuaresma y nos quedan tres más para llegar a la Pascua. Esta parábola del Padre misericordioso debe ser lo que nos haga recapacitar y decidir a convertir nuestras vidas, para encontrarnos con el Padre que nos espera.
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