sábado, julio 21, 2007

Guión de misa DOMINGO 16º DURANTE EL AÑO - 22 de Julio 2007

Celebrando

la Vida

en el

Nuevo Milenio

Guiones para la celebración de la Cena del Señor

Ciclo "C"

Miguel Ángel Osimani

EDICIONES BETANIA

 

 

 

DOMINGO 16º

DURANTE EL AÑO

 

 

PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante

 

Hermanos, celebramos el domingo décimo sexto del tiempo durante el año, y hoy el Señor, que nos ha llamado y viene a nuestro encuentro, nos va a hablar de cómo debe ser nuestra actitud para recibirlo, ya que su visita es lo único importante y lo que realmente debe retener toda nuestra atención.

 

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

El Señor viene a nosotros y nos pide que lo recibamos y lo escuchemos, previniéndonos acerca de los excesivos afanes, preocupaciones y ansiedades por tantas cosas que nos rodean y que generalmente ponemos en primer lugar, lo que nos impide una actitud de escucha y meditación de la Palabra de Dios. Hoy Jesús nos manifiesta que viene a traernos el Reino de Dios, lo único importante y ante lo cual todo lo demás debe ceder en importancia. Hoy nos invita a saber elegirlo.

1ª. LECTURA:  (Gn 18, 1-10a )         (Ver texto)

 

Este relato nos presenta una escena familiar, y por la hospitalidad con que Abráhan recibe la visita del Señor, Dios lo premia con la fecundidad de Sara, que es el cumplimiento de la promesa que Él mismo le hiciera

SALMO RESP.:     (14, 2-5)     (Ver texto)

                    R.   Señor, ¿quién entrará en tu Casa?               

2ª. LECTURA:     (Col 1, 24-28)     (Ver texto)

 

Pablo nos manifiesta que Cristo nos revela la riqueza de Dios en la pobreza de la cruz, siendo él, Pablo, distribuidor de la misma a los hombres.

EVANGELIO:    (Lc 10, 38-42)      (Ver texto)

 

En el Evangelio, Jesús nos manifiesta el valor de la escucha de la Palabra de Dios.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES:

 

CELEBRANTE:

 

Seguros del amor de nuestro Padre del Cielo, que nos lo da gratuitamente, presentémosle ahora nuestra oración de verdaderos hijos suyos, por nuestras necesidades y las de todos los hombres.

 

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"QUE TU PALABRA ABRA NUESTRO CORAZÓN"

v Padre todopoderoso, para que la predicación de tu Iglesia y del Santo Padre, transformando nuestras vidas por la recepción del mensaje de tu Hijo, nos empuje a la transformación del mundo, te pedimos...

 

v Padre santo, para que en nuestra Iglesia diocesana, sostenida permanentemente por la Palabra de Jesús , se viva una intensa vida de oración, siendo contemplativa y al mismo tiempo trabajando sin descanso por el Reino de Dios., te pedimos...

 

v Dios de bondad, para que los responsables de las naciones reciban en su corazón el mensaje de paz y amor que nos trajo Jesús, y se terminen defintivamente el terrorismo y las guerras fraticidas, te pedimos...

 

v Padre de las misericordias, para que tantos hermanos nuestros que carecen de trabajo y sus familias de lo indispensable para vivir dignamente, reciban nuestra ayuda fraterna que les ayude a seguir esperando, te pedimos...

 

v Padre nuestro, para que a todos los que formamos esta comunidad, la excesiva preocupación por las cosas materiales no nos haga imposible el silencio interior que necesitamos para acoger a Dios, y para dejarnos acoger por Él., te pedimos...

 

CELEBRANTE:

 

Padre bueno, escucha la oración de tu Iglesia y concédenos el que siempre y por sobre todas las cosas, busquemos en tu Hijo el único alimento para la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

 

Hoy más que nunca ofrezcamos a nuestro Padre, el hacer de nuestras vidas una verdadera oblación a El, pidiendo por sobre todo, que su Reino venga a nosotros.

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Elevemos nuestra acción de gracias a nuestro Padre, que nos ha dado a su Hijo en un inconcebible acto de amor, y con Él, el camino para buscar por sobre todo, el Reino de Dios y su justicia.

COMUNIÓN:

 

Hemos sido alimentados por la Palabra de Dios, y ahora se nos ofrece su mismo Hijo en este sacramento de vida que compartimos fraternalmente con nuestros hermanos, y que nos da la certeza que ya el Reino de Dios está en medio nuestro.

DESPEDIDA:

Al regresar a nuestras tareas cotidianas, hagámoslo con un propósito, fruto de esta celebración dominical: que a pesar de todas la dificultades y todas las preocupaciones de la vida presente, sepamos recibir a Jesús que nos visita y quiere hacernos sus discípulos, y para ello es necesario que lo escuchemos.

 

 

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