sábado, julio 21, 2007

Reflexión de la lectura del domingo 22/07/07

DOMINGO X VI DURANTE EL AÑO

 

Señor mío, no pases de largo delante de tu servidor

 

Lectura del libro del Génesis

18, 1-10a

 

El Señor se apareció a Abraham junto al encinar de Mamré, mientras él estaba sentado a la entrada de su carpa, a la hora de más calor. Alzando los ojos, divisó a tres hombres que estaban parados cerca de él. Apenas los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la carpa y se inclinó hasta el suelo, diciendo: «Señor mío, si quieres hacerme un favor, te ruego que no pases de largo delante de tu servidor. Yo haré que les traigan un poco de agua. Lávense los pies y descansen a la sombra del árbol. Mientras tanto, iré a buscar un trozo de pan, para que ustedes reparen sus fuerzas antes de seguir adelante. ¡Por algo han pasado junto a su servidor!»

Ellos respondieron: «Está bien. Puedes hacer lo que dijiste».

Abraham fue rápidamente a la carpa donde estaba Sara y le dijo: «¡Pronto! Toma tres medidas de la mejor harina, amásalas y prepara unas tortas».

Después fue corriendo hasta el corral, eligió un ternero tierno y bien cebado, y lo entregó a su sirviente, que de inmediato se puso a prepararlo. Luego tomó cuajada, leche y el ternero ya preparado, y se los sirvió. Mientras comían, él se quedó de pie al lado de ellos, debajo del árbol.

Ellos le preguntaron: «¿Dónde está Sara, tu mujer?»

«Ahí en la carpa», les respondió.

Entonces uno de ellos le dijo: «Volveré a verte sin falta en el año entrante, y para ese entonces Sara habrá tenido un hijo».

 

 

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL                                                    14, 2-5

 

R.     Señor, ¿quién entrará en tu Casa?  

 

El que procede rectamente

y practica la justicia;

el que dice la verdad de corazón

y no calumnia con su lengua.   R.

 

El que no hace mal a su prójimo

nI agravia a su vecino,

el que no estima a quien Dios reprueba

y honra a los que temen al Señor.   R.

 

El que no se retracta de lo que juró

aunque salga perjudicado.

El que no presta su dinero a usura

       ni acepta soborno contra el inocente.

El que procede así, nunca vacilará.   R.

 

 

 

El misterio oculto desde toda la eternidad,

ahora ha sido manifestado a los santos

 

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo

a los cristianos de Colosas

1, 24-28

 

Hermanos:

Me alegro de poder sufrir por ustedes, y completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia. En efecto, yo fui constituido ministro de la Iglesia, porque, de acuerdo con el plan divino, he sido encargado de llevar a su plenitud entre ustedes la Palabra de Dios, el misterio que estuvo oculto desde toda la eternidad y que ahora Dios quiso manifestar a sus santos. A ellos les ha revelado cuánta riqueza y gloria contiene para los paganos este misterio, que es Cristo entre ustedes, la esperanza de la gloria.

Nosotros anunciamos a Cristo, exhortando a todos los hombres e instruyéndolos en la verdadera sabiduría, a fin de que todos alcancen su madurez en Cristo.

 

Palabra de Dios.

 

 

 

EVANGELIO

 

Marta recibió a Jesús en su casa. Maria eligió la mejor parte

 

a    Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

según san Lucas

10, 38-42

 

Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.

Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude».

Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, una sola cosa es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada».

 

Palabra del Señor.

 

 

 

Reflexión

 

 

CUANDO SE OLVIDA LO IMPORTANTE

1.- No hace mucho tiempo, visitando a un enfermo que se encontraba rodeado de toda su familia, observé cómo sus hijos se afanaban en agasajarle con todo lo mejor. En un momento dado una hija le preguntó: "¿padre, estas bien?, ¿quieres algo más?" Después de una breve pausa y con voz débil, el padre, les contestó: "simplemente quiero estar con vosotros; no me hace falta nada más". A aquel hombre le importaba muy poco o nada lo material; lo que de verdad quería y necesitaba era a ellos.

El evangelio de este domingo es una llamada a permanecer en la presencia del Señor. Con cierta frecuencia (en nuestras celebraciones y en nuestra pastoral) ponemos tanto empeño en tener todo a punto, que puede más la inquietud que la serenidad, la perfección que la espontaneidad, el estrés que el afán por acoger con sencillez a Dios.

2.- Tal vez sobran medios e inventos en nuestras iglesias, consejos y grupos, dinámicas y reuniones en otras tantas comunidades (aunque sean importantes) y, por el contrario, brillan por su ausencia y hacen falta adoradores: hombres y mujeres que se sienten, al calor de un sagrario o a la sombra de un crucifijo, hablando o dejando que diga algo el silencio de Dios; cristianos que saquen chispa y jugo al paladar leyendo o masticando la Palabra de Jesús.

Frente a la inquietud es bueno el saber pararse con uno mismo. Preguntarse por el fondo y el por qué de tantas cosas que uno realiza en el día a día sin ton ni son.

Frente al nerviosismo es saludable la tranquilidad. "No por hacer mucho, se es feliz".

3.- En cierta ocasión un sacerdote se puso delante del Señor y comenzó a enumerar el completo programa de actividades cumplido en ese día:

*Señor he madrugado y he bajado al despacho para atender a numerosos feligreses

*Señor, he visitado cuatro enfermos que necesitaban auxilio

*Señor, he puesto en orden la biblioteca parroquial

*Señor; tu sabes que, durante toda la tarde, he estado atendiendo a catequistas y padres

*Señor, he estado al frente de algunas decisiones para las obras que tengo pendientes en tu templo

*Señor, me he cansado en las sucesivas reuniones con los sacerdotes y grupos

*Señor, he tenido que acudir a las entidades bancarias para interesarme por la caridad de mi parroquia

*Señor, he planteado programas que serán de vanguardia y rompedores en mi acción pastoral para el próximo curso

Y así, después de una larga lista de pequeñas o de grandes acciones, el sacerdote clavó los ojos en el crucificado preguntándole; ¿qué más quieres que haga, Señor? Jesús, desde la cruz, le contestó: "has olvidado lo más importante; el estar un momento conmigo…te has olvidado de mí ¿Cuánto hace que no rezas?".

4.- El verano, en este sentido (lo expresaba muy bien el Papa Benedicto en el inicio de sus vacaciones) nos puede aportar lugares para la contemplación y el descanso. Pero, no por ser verano, podemos concluir que el oxígeno para el alma o el descanso para el cuerpo lo tengamos asegurado. El trajín, las salidas y las venidas, las subidas y las bajadas, el monte o el mar, el aire o la playa… nos pueden convertir en "nuevas Martas" con un final estival agotador, desolador, abrasador y vacío de contenido.

Más razón que un santo tiene el Señor cuando nos dice; "sólo una cosa es necesaria". Me quedo con aquella que Jesús propone: sentarnos frente a El de vez en cuando y dejar que repose, refrescándose, el alma que todos llevamos dentro.

 

Javier Leoz

www.betania.es

 

ESCOGER LO MEJOR

1. - Impresiona la continua cercanía de Abrahán a Dios. Esa familiaridad y contacto permanente. En el fragmento del Génesis que leemos hoy usa de la hospitalidad oriental para el Señor y sus enviados preparándoles descanso, limpieza y comida. Alguna vez, por extraordinario que parezca decirlo aquí y ahora, nos gustaría tener la oportunidad de Abrahán de tener al Señor como huésped e invitarle a comer. Es verdad que Él está cerca y en muchas ocasiones de nuestra vida le hemos sentido al lado. Otras, cuando la desolación llega, puede parecer que no le encontramos. Pero, tal vez, nos debe pasar lo que a Marta: estamos tan atareados, de un lado para otro, con más sentido del movimiento que de la eficacia, con, asimismo, más capacidad para trajinar y poca calidad en nuestro trabajo espiritual que no somos capaces de verle u oírle.

2. - El Evangelio de San Lucas sin citar Betania, es "solo una aldea", nos presenta la casa donde Jesús iba a descansar muchas veces y el entorno en el que se produjo la resurrección de Lázaro. Aquí --y ahora-- merece la pena profundizar un poco más, junto con Abrahán, en esa necesidad de que Dios --el Señor, la imagen visible del Dios invisible, Jesús-- esté siempre cerca de nosotros.

La mayoría de las grandes preguntas de fe o las cuestiones difíciles de nuestra vida como cristianos solo se van a poder resolver si, puestos en la presencia de Dios, le preguntamos a Él. Hay muchas gentes que, sin duda, creen en Él, pero no cuentan con Él. Les asusta esa cercanía que, sin duda, incluye compromiso. Nadie puede --salvo uno mismo-- saber con exactitud cual es el nivel de relación con Dios de los otros. Hay que tener cuidado ante cualquier presunción o mal juicio. Pero, sin embargo, puede intuirse esa especie de lejanía de Dios por el simple hecho de aplicar una realidad demasiado corta, aunque "científica". Hay otros que han convertido a Dios en solo un sentimiento, utilizable en los momentos de blanda bonanza o de suave desesperanza. Es como el recuerdo entrañable de unas antiguas vacaciones. Tampoco es eso. Dios vive y está cerca de nosotros. Y así nos planteamos ser todos tener algo de Marta y de María. Saber contemplarle a Él en toda ocasión y no por eso dejar de trabajar.

3. - San Pablo llegaría a lo más alto en la cercanía de Cristo al sentir en su cuerpo los dolores de la Pasión del Señor. Vivir en Jesús y no vivir por si mismo, como nos cuenta en el pasaje de la Epístola a los Colosenses que leemos hoy. Pero también Pablo estuvo en esas altas cumbres místicas, según el episodio contado por el mismo en la Segunda Carta a los Corintios. De la cercanía sentida de Dios puede llegar mucha ayuda. No debemos, pues, de escatimar los dones de esa presencia cercana del Señor. No hay más que pararse un poco. Dirigir nuestro pensamiento hacia Él y, en seguida, estará a nuestro lado.

 

Ángel Gómez Escorial

www.betania.es

 

LAS AMAS DE CASA

1. - Conocida por todos posiblemente es la frase de nuestra Mística castellana, Santa Teresa de Ávila: "también entre pucheros anda Dios". Tal vez, es menos conocida esta otra, escrita interpretando precisamente el pasaje del Evangelio de Marta y Maria: "Si todas estuvieran como la Magdalena embebidas, no hubiera quien diera de comer a este divino huésped", en que Santa Teresa toma abiertamente partido por Marta, un poco en contra de lo que aparentemente dice Jesús. Lo cual es muy propio de Santa Teresa. Ya sabéis que yendo de viaje sobre una mula se desató una tremenda tormenta, y tanto se cansó y se mojó la santa, que ya sin poder aguantar se enfrentó al Señor y le soltó: "Señor, no me extraña que tengáis tan pocos amigos si a los que lo somos nos tratáis tan mal" La familiaridad de Teresa con Jesús le permitían estas expresiones. Y la familiaridad de Jesús con Marta, María y Lázaro le permitieron a Él y a Marta aquellas frases que acabamos de leer.

2. - Es san Juan el que nos deja escrito: "Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro". Por ese orden. Y sin duda Marta lo sabía. Y por eso cuando ya se vio ahogada con la preparación de una comida para por lo menos trece huéspedes que se habían presentado de improviso (y las amas de casa que estáis ahora aquí sabéis lo que eso significa) No se dirige a María, sino a Jesús y como santa Teresa se encara con Él y le dice: "Pero Señor es que no te importa que mi hermana me haya dejado sola en el servicio. Dile que me eche una mano". Con otras palabras: "basta ya de cháchara, Señor, que no doy abasto y os tengo que preparar de comer.

Y en ese mismo ambiente familiar la contestación de Jesús: "una sola cosa es necesaria". No son pocos los que la interpretan como si el Señor hubiera dicho: "Marta, vengo a pasar unas horas con vosotros y tú te metes en la cocina y no hay manera de verte y oírte. Por favor, déjalo todo que con cualquier cosa me contento. Un par de huevos es suficiente".

3. - De una cosa si nos quiere avisar el Señor. Y es del peligro de robotismo. A fuerza de trabajar, a fuerza de atender a los mil detalles que exige un hogar acabamos por no saber para qué trabajamos. El norte se nos niebla y no nos queda más que la monotonía desesperante de ese día a día. Siempre igual en la mayoría de nuestras ocupaciones y mucho más en el trabajo de la casa. Y tanto más lo sentís vosotras las amas de casa cuando muchas veces vuestro trabajo pasa desapercibido y no merece ni un gracias por parte de los vuestros, por los que trabajáis día a día y año tras año.

Y no estaría de más que los Lázaros y las Marías que estáis aquí, maridos, hijos, hijas, hermanos, os pararais a pensar lo que esa madre de familia viene haciendo por cada uno de vosotros. Y primero se lo agradecéis de corazón y segundo pensáis en que podéis echar una mano en el trabajo del hogar. Y es hogar cuando todos participan en él, y no se convierte en una pensión, que lo mismo se puede llamar Pensión Juana que La Casa de la Troya

El Señor nos ayude a todos a realizar en nuestras vidas el adagio latino de "Ora et Labora", Ora y Trabaja. Sabiendo encontrar a Dios entre los pucheros como Santa Teresa. Y para terminar quiero deciros que estoy seguro de que Jesús diría a María: "Anda a ayudar a tu hermana.

 

José María Maruri, SJ

www.betania.es

 

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