domingo, marzo 12, 2006

Domingo 12 de Marzo EvangelioMc 9,2-10

Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan y los llevó a ellos solos a un monte alto. A la vista de ellos su aspecto cambió completamente. Incluso sus ropas se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo sería capaz de blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, que conversaban con Jesús. Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Levantemos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías." En realidad no sabía lo que decía, porque estaban aterrados. En eso se formó una nube que los cubrió con su sombra, y desde la nube llegaron estas palabras: "Este es mi Hijo, el Amado, escúchenlo." Y de pronto, mirando a su alrededor, no vieron ya a nadie; sólo Jesús estaba con ellos. Cuando bajaban del cerro, les ordenó que no dijeran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron el secreto, aunque se preguntaban unos a otros qué querría decir eso de "resucitar de entre los muertos".

REFLEXION

I. Jesús había declarado a sus discípulos lo que iba a sufrir y padecer enJerusalén, antes de morir a manos de los príncipes y sacerdotes. Los Apóstolesquedaron sobrecogidos y entristecidos por este anuncio. La ternura de Jesús lesda ahora "una gota de miel" a los tres que serán testigos de su agonía en elhuerto de los Olivos, Pedro, Santiago y Juan: les hace que contemplen suglorificación. Mientras Él oraba, cambió el aspecto de su rostro y su vestidose volvió blanco, resplandeciente (Lucas 9, 29). Y le ven conversar con Elías yMoisés, que aparecían gloriosos. Pedro exclama: Señor, ¡bueno es permaneceraquí! Hagamos tres tiendas... El Evangelista, refiriéndose a este suceso,comenta "no sabía lo que decía": porque lo bueno, lo que importa, no eshallarse aquí o allá, sino estar siempre con Jesús, en cualquier parte, y verledetrás de las circunstancias en las que nos encontramos. Si permanecemos conJesús, estaremos muy cerca de los demás y seremos felices en cualquier lugar osituación en que nos encontremos.
II. La existencia de los hombres es un caminar hacia el Cielo, nuestra morada(2 Corintios 5, 2). Caminar en ocasion

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