jueves, marzo 16, 2006

Guión de Misa de la Vicaría Episcopal para Niños

Domingo III de cuaresma

Jesús nos ayuda a ver mejor

Lectura: Éxodo 3,1-8ª;13-15
Moisés que apacentaba ovejas llevó una vez el rebaño más allá del desierto y llegó a la montaña de Dios.
Allí se le apareció el Ángel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio de la zarza. Al ver que la zarza ardía sin consumirse, Moisés pensó”Voy a observar este grandioso espectáculo ¿Por qué será que la zarza no se consume?”Cuando el Señor vio que él se apartaba del camino para mirar, lo llamó desde la zarza, diciendo” ¡Moisés, Moisés!”,”Aquí estoy” respondió él. Entonces Dios le dijo “No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa”. Luego siguió diciendo”Yo soy el Dios de tu padre el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”Moisés se cubrió el rostro porque tuvo miedo de ver a Dios.
El Señor dijo”Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí conozco muy bien sus sufrimientos. Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios y a hacerlo subir de aquél país, a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel.”
Moisés dijo a Dios”Si me presento ante los israelitas y les digo que el Dios de sus padres me envió a ellos, me preguntarán cúal es su nombre. Y entonces, ¿qué les responderé?.”. Dios dijo a Moisés “Yo soy el que soy”. Luego añadió”Tú hablarás así a los israelitas: Yo soy me envió a ustedes, El Señor, el Dios de sus padres, el Dios de Abram, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob, es el que me envía. Este es mi nombre para siempre, y así seré invocado en todos los tiempos futuros.

Palabra de Dios.

Salmo:
R. ¡Señor, que bueno que sos!

Señor, que bueno que sos
rico en misericordia con aquellos que te llaman:
¡atiende, Señor, a mi oración,
escucha la voz de mi pedido! R.

Todas las naciones que has creado
vendrán a postrarse delante de ti,
y glorificarán tu Nombre, Señor,
porque tú eres grande, Dios mío,
y eres el único que hace maravillas. R.

Tú, Señor, Dios compasivo y bondadoso,
lento para enojarte, rico en amor y fidelidad,
mirame y perdoname. R.

Evangelio:(Mc 10,46-52)

Anuncio de la Buena Noticia de Jesús narrada por su amigo San Marcos:
Cuando Jesús salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud; Bartimeo, un mendigo ciego estaba sentado junto al camino. Al enterarse que pasaba Jesús, se puso a gritar “ ¡Jesús ,hijo de David, ten piedad de mí!”. Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte:” ¡Hijo de David, ten piedad de mí!”.
Jesús se detuvo y dijo “Llámenlo”. Entonces llamaron al ciego y le dijeron” ¡Ánimo, levántate! .Él te llama”. Y el ciego arrojando su manto, se puso d epié en un salto y fue hacia él. Jesús le preguntó: “Qué quieres que haga por ti?”. Él le respondió “Maestro que yo pueda ver”.Jesús le dijo:”Vete tu fe te ha salvado”.Enseguida comenzó a ver y lo siguió por el camino.

Palabra de Dios



Recurso: Este domingo, se puede colocar delante de la cartelera, un vidrio como si fuera un parabrisas sucio con polvo, de modo que no se pueda ver.

Sugerencias para la predicación:
A esta altura del viaje, (recordar que dura cuarenta días), hemos recorrido más de la mitad. Todo lo que hemos vivido, hace que no sea un viaje común aunque tenga cosas parecidas a las que vivimos cuando viajamos... la salida... el entusiasmo... los primeros momentos... las dificultades... las ganas de llegar... lo que Jesús nos hizo ver... etc.
Todo esto es parte de una vivencia que vamos guardando muy dentro de nuestro corazón y que nos anima a llegar.
Pero los días pasan y los kilómetros se suman. Los caminos son diferentes, hay de asfalto, de ripio, de tierra y el micro no está tan limpito como cuando salimos. Las cortinas, las ventanillas, están llenas de tierra y de polvo que a veces llega hasta nuestros ojos, no nos dejan ver bien las cosas y disfrutar del paisaje.
Todos esperamos la próxima estación de servicio para que, cuando carguemos nafta, nos limpien el parabrisas y las ventanillas.
Ya falta poco para la parada. Tenemos ganas de estirar las piernas y de hacer otras cosas también. Al llegar a la estación, vemos que no podemos limpiar las ventanillas, porque no alcanzamos y además nuestras esponjas están sucias, y los vidrios quedan peor que antes.
En eso mientas el micro carga nafta, nuestro gran chofer Jesús, toma las esponjas y limpia los vidrios, dejándolos totalmente transparentes. Así descubrimos que solo El podía hacerlo bien.
Desde el Evangelio. Jesús le abrió los ojos al ciego para que pudiera ver, pero sobre todo le abrió los ojos del corazón para que además de ver las cosas que lo rodeaban, pudiera ver la salvación y la felicidad futura que le prometía.
Hoy le pedimos a Jesús que nos ayude a sacar todas aquellas cosas que nos rodean y nos impidan ver la felicidad que El nos promete.
(Pensar con los chicos que cosas nos tapan los ojos, nos distraen y no nos dejan mirar las cosas con los ojos de Jesús).



Oración Colecta:
Papá Dios, en esta cuaresma
danos tu luz
para que aprendamos
a ver con el corazón
P.J.N.S.

Oración sobre las ofrendas:
Junto con el pan y el vino
queremos ofrecerte Señor
nuestros ojos y nuestro corazón
para que los llenes con tu luz.
P.J.N.S.

Oración final:
Pade bueno te damos gracias
porque siempre nos cuidás
y nos das la luz de la fe
para que podamos ver de verdad.
P.J.N.S.

Enviado pr un miembro de nuestro Grupo Ivana Tedesco
Para mas informacion escribir a: vicariani@datamarkets.com.ar

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