miércoles, marzo 01, 2006

día 2 de marzo Evangelio Lucas 9, 22-25


Evangelio Lucas 9, 22-25

Jesús dijo a sus discipulos: "El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la Ley. Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará."
También Jesús decía a toda la gente: "Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz de cada día y que me siga. Les digo: el que quiera salvarse a sí mismo, se perderá; y el que pierda su vida por causa mía, se salvará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde o se disminuye a sí mismo
?

REFLEXION

Jesús expresa unas palabras muy iluminadoras: anuncia la primera de las tres predicciones de la pasión. Estas palabras de Jesús tienen un gran significado y sentido, a saber. que el designio de Dios para su Mesías lo conduce por la pasión, por la muerte, para llegar a la gloria. No hay vida sin muerte. Recordemos lo del grano de trigo que cae en tierra y muere para dar fruto. Lo mismo le sucede a Jesús, y lo mismo nos sucede a nosotros. Ese es el mensaje de Cristo para que lo meditemos en este tiempo litúrgico tan especial: la gloria del Mesías no llega sin muerte y pasión. Nuestra gloria tampoco llegará sin muerte y sin dolor.

No hay comentarios.: