domingo, diciembre 31, 2006

Sagrada Familia

Fiesta de la Sagrada Familia

31 de Diciembre

Fiesta de la Sagrada Familia
En medio de una fuerte crisis en torno a la integridad de la familia, Dios Amor nos brinda nuevamente el modelo pleno de amor familiar al presentarnos a Jesús, María y José.

La Sagrada Familia nos habla de todo aquello que cada familia anhela auténtica y profundamente, puesto que desde la intensa comunión hay una total entrega amorosa por parte de cada miembro de la familia santa elevando cada acto generoso hacia Dios, como el aroma del incienso, para darle gloria.
Por ello, a la luz de la Sagrada Escritura, veamos algunos rasgos importantes de San José, Santa María y el Niño Jesús.


San José

Es el jefe de la familia y actúa siempre como Dios le manda, muchas veces sin comprender el por qué de lo que Dios le pide, pero teniendo fe y confianza en Él.

"Al despertarse, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa". (Mt 1, 24-25) Cuando se entera que María estaba embarazada piensa en abandonarla porque la quería mucho y no deseaba denunciarla públicamente (como era la costumbre de la época), pero el Ángel de Dios se le apareció en sueños y le dijo que lo que había sido engendrado en el vientre de María era obra del Espíritu Santo y que no temiera en recibirla.

"Ella dió a luz un hijo,y él le puso el nombre de Jesús" (Mt 1, 25) Cuando nace el niño, él le pone el nombre de Jesús, como el Ángel le había dicho.
Luego, cuando Herodes tenía intenciones de matar al Niño Jesús y ante otro aviso del Ángel del Señor, José toma a su familia y marcha hacia Egipto.
Por último, con la muerte de Herodes y ante un nuevo aviso del Ángel de Dios, lleva a su familia a instalarse en Nazaret.
San José, Casto Esposo de Santa María, acoge a Jesús en su corazón paternal, educándolo, cuidándolo, amándolo como si fuere hijo suyo. El Niño Jesús aprende de su "santo padre adoptivo" muchas cosas, entre estas, el oficio de carpintero.


La Santísima Virgen María

Desde el momento de la Anunciación, María es el modelo de entrega a Dios.

"He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu Palabra" (Lc 1, 38) En la Anunciación, María responde con un Sí rotundo desde una libertad poseída, poniéndose en las manos de Dios.
En Santa María vemos una continua vivencia de la dinámica de la alegría-dolor: criando, educando, siguiendo de cerca a su Hijo Jesús mostrándole en todo momento un auténtico amor maternal.
"Su madre conservaba estas cosas en su corazón" (Lc 2, 52) Ella fue vislumbrando lentamente el misterio trascendente de la vida de Jesús, manteniéndose fielmente unida a Él.

El niño Jesús

Desde chico, Jesús demuestra que es el Hijo de Dios y que cumple fielmente lo que su Padre le manda.

"Vivía sujeto a ellos" (Lc 2, 51) Como niño, Él obedecía a su madre y a su padre adoptivo, y permanecía siempre junto a ellos. María y José fueron sus primeros educadores.
"El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la Gracia de Dios estaba con Él" (Lc 2, 40) Jesús aprende el oficio de carpintero de su padre adoptivo José.
"¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?" (Lc 2, 49) Cuando Jesús se queda en el Templo, a los doce años, se puede pensar que desobedece a sus padres y que eso está mal. No es así, Jesús demuestra en este hecho su plena independencia con respecto a todo vínculo humano cuando está de por medio el Plan de su Padre y la Misión que Él le ha encomendado.


Oración por la Familia

Dios, de quien proviene toda paternidad
en el cielo y en la tierra:
Padre, que eres amor y vida,
haz que cada familia humana
que habita en nuestro suelo, sea,
por medio de tu Hijo Jesucristo,"nacido de mujer"
y mediante el Espíritu Santo, fuente de Caridad Divina,
un verdadero santuario de vida
y amor para las nuevas generaciones.

Haz que tu gracia guíe los pensamientos
y las obras de los cónyuges,
para bien propio y de todas las familias del mundo.

Haz que las jóvenes generaciones
encuentren en la familia un fuerte sostén humano,
para que crezcan en la verdad y el amor.

Haz que el amor, reforzado por la gracia
del Sacramento del Matrimonio,
se manifieste más fuerte que cualquier debilidad
o crisis que puedan padecer nuestras familias.

Te pedimos por intermedio de la Familia de Nazareth,
que la Iglesia pueda cumplir una misión fecunda
en nuestra familia, en medio de
todas las naciones de la tierra.

Por Cristo, nuestro Señor, Camino, Verdad y Vida,
por los siglos de los siglos. Amén.

S.S. Juan Pablo II


La Sagrada familia, modelo de fe y de fidelidad

Queridos hermanos y hermanas:

En este primer domingo después de la Navidad, la Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia.

Como en el belén, la mirada de fe nos permite abrazar al mismo tiempo al Niño divino y a las personas que están con él: su Madre santísima, y José, su padre putativo. ¡Qué luz irradia este icono de grupo de la santa Navidad! Luz de misericordia y salvación para el mundo entero, luz de verdad para todo hombre para la familia humana y para cada familia. ¡Cuán hermoso es para los esposos reflejarse en la Virgen María y en su esposo José! ¡Cómo consuela a los padres especialmente si tienen un hijo pequeño! ¡Cómo ilumina a los novios que piensan en sus proyectos de vida!

El hecho de reunirnos ante la cueva de Belén para contemplar en ella a la Sagrada Familia, nos permite gustar de modo especial el don de la intimidad familiar y nos impulsa a brindar calor humano y solidaridad concreta en las situaciones por desgracia numerosas en las que por varios motivos falta la paz, falta la armonía, en una palabra, falta la "familia".

El mensaje que viene de la Sagrada Familia es ante todo un mensaje de fe: la casa de Nazaret es una casa en la que Dios ocupa verdaderamente un lugar central. Para María y José esta opción de fe se concreta en el servicio al Hijo de Dios que se le confió, pero se expresa también en su amor recíproco, rico en ternura espiritual y fidelidad.

María y José enseñan con su vida que el matrimonio es una alianza entre el hombre y la mujer, alianza que los compromete a la fidelidad recíproca, y que se apoya en la confianza común en Dios. Se trata de una alianza tan noble, profunda y definitiva, que constituye para los creyentes el sacramento del amor de Cristo y de la Iglesia. La fidelidad de los cónyuges es, a su vez, como una roca sólida en la que se apoya la confianza de los hijos. Cuando padres e hijos respiran juntos esa atmósfera de fe, tienen una energía que les permite afrontar incluso pruebas difíciles, como muestra la experiencia de la Sagrada Familia.

Es necesario alimentar esa atmósfera de fe. En esta perspectiva se va preparando el segundo Encuentro mundial con las familias, que tendrá lugar en Río de Janeiro los días 4 y 5 de octubre de 1997. Se tratará de una gran fiesta de las familias de América Latina y de todo el mundo que renovará el mensaje del primer Encuentro, celebrado aquí, en Roma, con ocasión del Año internacional de la familia.

Encomiendo a María, "Reina de la familia", a todas las familias del mundo especialmente a las que atraviesan grandes dificultades, e invoco sobre ellas su protección materna.

La Sagrada familia, modelo de fe y de fidelidad
Meditación dominical de S.S. Juan Pablo II
diciembre de 1997

fuente: http://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=388

Guión de Misa para el 31 de Diciembre

Celebrando

la Vida

en el

Nuevo Milenio

Guiones para la celebración de la Cena del Señor

Ciclo "C"

Miguel Ángel Osimani

EDICIONES BETANIA

31 DE DICIEMBRE

LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ

PREPARACIÓN:

Antes de la salida del celebrante y de los ministros hacia el exterior del templo

Hoy la Iglesia universal festeja la Fiesta de la Sagrada Familia de Nazareth: Jesús, María Santísima y San José, que vivieron en aquel pequeño pueblo hace veinte siglos, pero que es el ejemplar de todas las familias, de todos los tiempos. Ella, que es ícono y modelo de toda familia humana, nos ayuda a cada uno a caminar con el espíritu de Nazareth.

Y hoy también, último día de este año del Señor 2006, vamos a dar gracias, junto con nuestras familias, por todo lo que hemos vivido a lo largo de él, ya que todo es realmente una gracia que proviene de Dios.

AMBIENTACIÓN:

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

El Hijo de Dios hecho hombre, a quien adorábamos en el humilde pesebre, forma parte de una familia; familia que Él mismo nos pone como ejemplo, como ideal de toda familia humana; ejemplo de obediencia a la ley, ejemplo de amor y de unidad. y Él nos muestra cómo entiende la voluntad divina, esta voluntad de Dios que no es objeto únicamente de enseñanza, sino que es toda una actitud de vida que consiste en ser para las cosas del Padre.

1ª. LECTURA: (Nm 6, 22-27 ) (Ver texto)

Este texto del Antiguo Testamento nos presenta a Samuel, que desde su nacimiento queda consagrado para ser profeta del Señor

SALMO RESP.: (66, 2-3. 5-6. 8) (Ver texto)

R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.

2ª. LECTURA: (Ga 4, 4-7) (Ver texto)

El Apóstol nos sitúa ante la verdad fundamental: somos verdaderamente hijos de Dios que anhelamos vivir en plenitud aquello que ya somos.

EVANGELIO: (Lc 2, 16-21) (Ver texto)

En la proclamación del santo Evangelio se nos muestra a Jesús en el seno de una familia, asumiendo su realidad y siendo modelo para cada una de nuestras familias.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Y ahora, queridos hermanos, como verdaderos hijos de Dios y hermanos los unos de los otros, dirijamos nuestra plegaria a Dios Padre por la gran familia universal.

GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando:

"SEÑOR, QUE NUESTRAS FAMILIAS SEAN EJEMPLO DE AMOR"

v Padre bueno, al pedirte por la Santa Iglesia y el Santo Padre, para que todo el mundo reciba su mensaje de paz, esa paz que tu Hijo nos trajo con su nacimiento, te pedimos...

v Señor de la vida, porque queremos que nuestra gran familia diocesana crezca en la imitación de la Sagrada Familia, viviendo auténticamente el Evangelio de tu Hijo, te pedimos...

v Señor de la historia, porque queremos que todos los hogares de nuestra Patria busquen ser reflejo de la Sagrada Familia y así tu Hijo pueda vivir en cada una de ellas, te pedimos...

v Padre misericordioso, queremos que tantas familias necesitadas, sufrientes, que carecen de lo indispensable para vivir dignamente, descubran tu amor en nuestra solidaria entrega y así renazca en ellos la esperanza, te pedimos...

v Padre todopoderoso, para que todas las familias católicas, al finalizar este año 2006, sepamos darte gracias por todo lo que en él hemos vivido, ya que todo es una gracia que proviene de ti, te pedimos...

CELEBRANTE:

Acepta, Padre bueno, las oraciones que te presentamos como familia reunida en tu nombre, y derrama la abundancia de los dones de tu Espíritu para que, dóciles a su voz, reine en todas las familias la paz y la concordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Junto a estas ofrendas, ofrezcámosle a Dios, nuestro Padre, nuestras familias, en un sincero compromiso de que en ellas se vivan ejemplos preclaros de virtudes domésticas.

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Demos gracias a nuestro Padre del Cielo, que al darnos a su Hijo en el seno de la Sagrada Familia, nos dio el modelo para que, con nuestras familias, pudiésemos alcanzar la vida eterna.

COMUNIÓN:

Jesús quiere vivir en cada uno de nosotros, en cada una de nuestras familias, para construir en ellas una verdadera familia, portadora de paz y amor para todas las demás y para todo el mundo, por eso ahora se nos da como verdadero Pan de Vida.

DESPEDIDA:

Al finalizar esta celebración, debemos asumir el compromiso de que nuestras "familias de hoy contemplen a la Familia de Nazaret a fin de que, imitando el ejemplo de María y José, dedicados amorosamente al cuidado del Verbo encarnado, obtengan indicaciones oportunas para sus opciones diarias de vida."

jueves, diciembre 28, 2006

28 de Diciembre - día de los Santos Inocentes

Hoy celebramos la fiesta de los Niños Inocentes que mandó matar el cruel Herodes.

Nos cuenta el evangelio de San Mateo que unos Magos llegaron a Jerusalén preguntando dónde había nacido el futuro rey de Israel, pues habían visto aparecer su estrella en el oriente, y recordaban la profecía del Antiguo Testamento que decía: "Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido un nuevo rey que reinará sobre todas las naciones" (Números 24, 17) y por eso se habían venido de sus lejanas tierras a adorar al recién nacido.

Dice San Mateo que Herodes se asustó mucho con esta noticia y la ciudad de Jerusalén se conmovió ante el anuncio tan importante de que ahora sí había nacido el rey que iba a gobernar el mundo entero. Herodes era tan terriblemente celoso contra cualquiera que quisiera reemplazarlo en el puesto de gobernante del país que había asesinado a dos de sus esposas y asesinó también a varios de sus hijos, porque tenía temor de que pudieran tratar de reemplazarlo por otro. Llevaba muchos años gobernando de la manera más cruel y feroz, y estaba resuelto a mandar matar a todo el que pretendiera ser rey de Israel. Por eso la noticia de que acababa de nacer un niñito que iba a ser rey poderosísimo, lo llenó de temor y dispuso tomar medidas para precaverse.

Herodes mandó llamar a los especialistas en Biblia (a los Sumos Sacerdotes y a los escribas) y les preguntó en qué sitio exacto tenía que nacer el rey de Israel que habían anunciado los profetas. Ellos le contestaron: "Tiene que ser en Belén, porque así lo anunció el profeta Miqueas diciendo: "Y tú, Belén, no eres la menor entre las ciudades de Judá, porque de ti saldrá el jefe que será el pastor de mi pueblo de Israel" (Miq. 5, 1).

Entonces Herodes se propuso averiguar bien exactamente dónde estaba el niño, para después mandar a sus soldados a que lo mataran. Y fingiendo todo lo contrario, les dijo a los Magos: - "Vayan y se informan bien acerca de ese niño, y cuando lo encuentren vienen y me informan, para ir yo también a adorarlo". Los magos se fueron a Belén guiados por la estrella que se les apareció otra vez, al salir de Jerusalén, y llenos de alegría encontraron al Divino Niño Jesús junto a la Virgen María y San José; lo adoraron y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra.

Y sucedió que en sueños recibieron un aviso de Dios de que no volvieran a Jerusalén y regresaron a sus países por otros caminos, y el pérfido Herodes se quedó sin saber dónde estaba el recién nacido. Esto lo enfureció hasta el extremo.

Entonces rodeó con su ejército la pequeña ciudad de Belén, y mandó a sus soldados a que mataran a todos los niñitos menores de dos años, en la ciudad y sus alrededores. Ya podemos imaginar la terribilísima angustia para los papás de los niños al ver que a sus casas llegaban los herodianos y ante sus ojos asesinaban a su hijo tan querido. Con razón el emperador César Augusto decía con burla que ante Herodes era más peligroso ser Hijo (Huios) que cerdo (Hus), porque a los hijos los mataba sin compasión, en cambio a los cerdos no, porque entre los judíos esta prohibido comer carne de ese animal.

San Mateo dice que en ese día se cumplió lo que había avisado el profeta Jeremías: "Un griterío se oye en Ramá (cerca de Belén), es Raquel (la esposa de Israel) que llora a sus hijos, y no se quiere consolar, porque ya no existen" (Jer. 31, 15).

Como el hombre propone y Dios dispone, sucedió que un ángel vino la noche anterior y avisó a José para que saliera huyendo hacia Egipto, y así cuando llegaron los asesinos, ya no pudieron encontrar al niño que buscaban para matar.

Y aquellos 30 niños inocentes, volaron al cielo a recibir el premio de las almas que no tienen mancha y a orar por sus afligidos padres y pedir para ellos bendiciones. Y que rueguen también por nosotros, pobres y manchados que no somos nada inocentes sino muy necesitados del perdón de Dios.

Dios hace fracasar los planes de los malvados (S. Biblia).

fuente: http://www.churchforum.org/santoral/Diciembre/2812.htm

miércoles, diciembre 27, 2006

27 de Diciembre - San Juan Evangelista

Juan significa: "Dios es misericordioso".

Este apóstol tuvo la inmensa dicha de ser el discípulo más amado por Jesús. Y se ha hecho muy famoso por haber compuesto el cuarto evangelio.

NacióSan Juan Apóstol con Jesús en Galilea. Era hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor. Su oficio era el de pescador. Parece que fue uno de los dos primeros discípulos de Jesús, junto con Andrés. Los dos eran también discípulos de Juan Bautista y un día al escuchar que el Bautista señalaba a Jesús y decía: "Este es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo", se fueron detrás de Él. Jesús se volvió y les dijo: "¿Qué buscan?". Ellos le respondieron: "Señor: ¿dónde habitas?". Y Jesús les dijo: "Vengan y verán". Y se fueron con él y estuvieron en su compañía toda la tarde recibiendo sus enseñanzas. Durante toda su vida, jamás Juan podrá olvidar el día, la hora y el sitio en que se encontró por primera vez con Jesucristo. Fue el momento más decisivo de su existencia.

Juan estaba después un día con su hermano Santiago, y con sus amigos Simón y Andrés, remendando las redes a la orilla del lago, cuando pasó Jesús y les dijo: "Vengan conmigo y los haré pescadores de almas". Inmediatamente, dejando a su padre y a su empresa pequeña, se fue con Cristo a dedicarse para siempre y por completo a extender el Reino de Dios.

Juan evangelista hizo parte, junto con Pedro y Santiago, del pequeño grupo de preferidos que Jesús llevaba a todas partes y que presenciaron sus más grandes milagros. Los tres estuvieron presentes en la Transfiguración, y presenciaron la resurrección de la hija de Jairo. Los tres presenciaron la agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos. Junto con Pedro, fue este apóstol encargado por Jesús de prepararle la Última Cena.

San Juan EvangelistaAl ver la mamá de Santiago y Juan que Jesús los prefería tanto, y aconsejada por ellos dos, que eran bien orgullosos, se atrevió a pedirle al Señor una gracia muy especial: que cuando él empezara a reinar, nombrara a Juan primer ministro y a Santiago ministro también. Jesús le respondió que el señalar los primeros puestos en el Reino de los cielos le correspondía al Padre Celestial, y que estos ya estaban determinados para otros. Los demás apóstoles se indignaron contra estos dos vanidosos, pero Jesús aprovechó aquella ocasión para recordarles que en el Reino de los cielos ocuparán los primeros puestos los que se hayan dedicado a prestar servicios humildes a los demás.

A Juan y su hermano Santiago les puso Jesús un sobrenombre: "Hijos del trueno". Y esto se debió a que un día fueron los apóstoles a pedir hospedaje en un pueblo de samaritanos (que odiaban a los judíos) y nadie les quiso proporcionar nada. Entonces estos dos hermanos, que eran violentos, le propusieron a Jesús que les mandara a aquellos maleducados samaritanos alguno de los rayos que tenía desocupados por allá en las nubes. Jesús tuvo que regañarlos porque no habían comprendido todavía que Él no había venido a hacer daño a ninguno, sino a tratar de salvar a cuantos más pudiera. Más tarde estos dos hermanos tan vanidosos y malgeniados, cuando reciban el Espíritu Santo, se volverán humildes y sumamente amables y bondadosos.

En la Última Cena tuvo el honor de recostar su cabeza sobre el corazón de Cristo.

Juan Evangelista fue el único de los apóstoles que estuvo presente en el Calvario al morir Jesús. Y recibió de Él en sus últimos momentos el más precioso de los regalos. Cristo le encomendó que se encargara de cuidar a la Madre Santísima María, como si fuera su propia madre, diciéndole: "He ahí a tu madre". Y diciendo a María: "He ahí a tu hijo".

El domingo de la resurrección, fue el primero de los apóstoles en llegar al sepulcro vacío de Jesús. Se fue corriendo con Pedro (al oír la noticia de que el sepulcro estaba vacío), pero como era más joven, corrió a mayor velocidad y llegó primero. Sin embargo por respeto a Pedro lo dejó entrar a él primero y luego entró él también y vio y creyó que Jesús había resucitado.

Después de la resurrección de Cristo, cuando la segunda pesca milagrosa, Juan fue el primero en darse cuenta de que el que estaba en la orilla era Jesús. Luego Pedro le preguntó al Señor señalando a Juan: "¿Y éste qué será?". Jesús le respondió: "Y si yo quiero que se quede hasta que yo venga, a ti qué?". Con esto algunos creyeron que el Señor había anunciado que Juan no moriría. Pero lo que anunció fue que se quedaría vivo por bastante tiempo, hasta que el reinado de Cristo se hubiera extendido mucho. Y en efecto vivió hasta el año 100, y fue el único apóstol al cual no lograron matar los perseguidores.

Después de recibir el Espíritu Santo en Pentecostés, Juan iba con Pedro un día hacia el templo y un pobre paralítico les pidió limosa. En cambio le dieron la curación instantánea de su enfermedad. Con este milagro se convirtieron cinco mil personas, pero los apóstoles fueron llevados al tribunal supremo de los judíos que les prohibió hablar de Jesucristo. Pedro y Juan les respondieron: "Tenemos que obedecer a Dios, antes que a los hombres". Los encarcelaron, pero un ángel llegó y los libertó. Otra vez los pusieron presos y les dieron 39 azotes a cada uno. Ellos salieron muy contentos de haber tenido el honor de sufrir esta afrenta por amor al Señor Jesús, y siguieron predicando por todas partes.

Juan, para cumplir el mandato de Jesús en la cruz, se encargó de cuidar a María Santísima como el más cariñoso de los hijos. Con Ella se fue a evangelizar a Éfeso y la acompañó hasta la hora de su gloriosa muerte.

El emperador Dominiciano quiso matar al apóstol San Juan y lo hizo echar en una olla de aceite hirviente, pero él salió de allá más joven y más sano de lo que había entrado, entonces fue desterrado de la isla de Patmos, donde fue escrito el Apocalipsis.

Después volvió otra vez a Éfeso donde escribió el Evangelio según San Juan, que es el libro que lo ha hecho tan famoso. Este libro tiene un estilo elevadísimo e impresionantemente hermoso. Agrada mucho a las almas místicas, y ha convertido a muchísimos con su lectura.

A San Juan Evangelista lo pintan con un águila al lado, porque es el escritor de la Biblia que se ha elevado a más grandes alturas de espiritualidad con sus escritos. Ningún otro libro tiene tan elevados pensamientos como en su evangelio.

Dice San Jerónimo que cuando San Juan era ya muy anciano se hacía llevar a las reuniones de los cristianos y lo único que les decía siempre era esto: "hermanos, ámense los unos a otros". Una vez le preguntaron por qué repetía siempre lo mismo, y respondió: "es que ese es el mandato de Jesús, y si lo cumplimos, todo lo demás vendrá por añadidura".

San Epifanio dice que San Juan murió hacia el año cien, a los 94 años de edad. Poco antes había ido a un monte tenebroso a convertir a un discípulo suyo que se había vuelto guerrillero, y lo logró convertir volviéndolo bueno otra vez. Dicen los antiguos escritores que amaba mucho a todos pero que les tenía especial temor a los herejes porque ellos con sus errores pierden muchas almas.

fuente: http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Juan_Evangelista.htm

Imagen: http://corazones.org/santos/juan_evangelista.htm

martes, diciembre 26, 2006

26 de Diciembre - San Esteban Martir

Fuente Church Forum
Esteban significa: "coronado" (Esteb: corona).

Este santo se llama "protomártir", porque tuvo el honor de ser el primer mártir que derramó su sangre por proclamar su fe en Jesucristo.


Esteban era uno de los hombres de confianza de los apóstoles. La S. Biblia, en los Hechos de los Apóstoles narra que cuando en Jerusalén hubo una protesta de las viudas y pobres que no eran israelitas porque en la distribución de las ayudas se les daba más preferencia a los que eran de Israel que a los pobres que eran del extranjero, los 12 apóstoles dijeron: "A nosotros no nos queda bien dejar nuestra labor de predicar por dedicarnos a repartir ayudas materiales". Y pidieron a los creyentes que eligieran por voto popular a siete hombres de muy buena conducta y llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, para que se encargaran de la repartición de las ayudas a los pobres. Y entre los siete elegidos, resultó aclamado Esteban (junto con Nicanor, Felipe y otros). Fueron presentados a los apóstoles los cuales oraron por ellos y les impusieron las manos, quedando así ordenados de diáconos (palabra que significa "ayudante", "servidor". Diácono es el grado inmediatamente inferior al sacerdote).


Los judíos provenientes de otros países, al llegar a Jerusalén empezaron a discutir con Esteban que les hablaba muy bien de Jesucristo, y no podían resistir a su sabiduría y al Espíritu Santo que hablaba por medio de él. Siempre les ganaba las discusiones. Lo llevaron ante el Tribunal Supremo de la nación llamado Sanedrín, para acusarlo con falsos testigos, diciendo que él afirmaba que Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes de Moisés. Y los del tribunal al observarlo vieron que su rostro brillaba como el de un ángel.


Esteban pronunció entre el Sanedrín un impresionante discurso en el cual fue recordando toda la historia del pueblo de Israel (Está en el Capítulo 7 de los Hechos de los Apóstoles) y les fue echando en cara a los judíos que ellos siempre se habían opuesto a los profetas y enviados de Dios, terminando por matar al más santo de todos, Jesucristo el Salvador. Al oír esto, ellos empezaron a rechinar de rabia. Pero Esteban lleno del Espíritu Santo miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba en pie a la derecha de Dios y exclamó: "Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie a la derecha de Dios". Entonces ellos llenos de rabia se taparon los oídos y se lanzaron contra él.


Lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon. Los que lo apedreaban dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo (el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de este mártir) y que aprobaba aquel delito. Mientras lo apedreaban, Esteban decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Y de rodillas dijo con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Y diciendo esto, murió. Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban y la comunidad hizo gran duelo por él.


ORACIÓN


Dichoso tú Esteban: que por proclamar tu amor a Cristo en la tierra te fuiste a acompañarlo a Él en el cielo. Haz que seamos muchos, muchísimos los que con nuestras palabras y buenas obras nos declaremos amigos y seguidores de Jesús en esta vida y seamos sus compañeros en el gozo eterno del Paraíso. Amén.

lunes, diciembre 25, 2006

Meditación para el 25 de Diciembre(Acción Catolica de Qro)

Lunes 25 de diciembre de 2006

Octava de Navidad

Evangelio: Jn 1, 1-18
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: "Este es de quien dije: ´El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo´". Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Meditación

¿Qué es un niño, un bebé? La más débil de las creaturas. Pero, en su pequeñez, es una gran realidad. Dios mismo se ha entregado a los hombre como un bebé. "Sobre sus espaldas -había cantado Isaías- lleva el signo de su realeza". Él es Dios, el fuerte, pero se le ve pequeño, débil, envuelto en pañales, como todos los bebés nacidos de mujer. Más aún, ha nacido como el último entre los pobres, sin una casa, en una cueva de animales, y con un pesebre como cuna.

Desde su nacimiento, Jesús es signo de contradicción, que vuelve vanas las falsas certezas de los hombres, cada vez más inclinados a juzgar según criterios de poder, riqueza, fuerza. Sólo los pequeños, los pobres, los últimos, saben acoger este gran misterio.

"Andad y ved", dicen los ángeles a los pastores, y nos dicen hoy también a nosotros. Los pastores se ponen en camino. Caminemos nosotros también junto a ellos, con el corazón dispuesto a contemplar aquello que ha sucedido, y que el Señor nos ha comunicado. Exultemos de gloria, haciendo nuestros los sentimientos, los deseos, el estupor que todos los cristianos siempre han experimentado ante el inaudito misterio que los Padres de la Iglesia han traducido en palabras de sublime belleza: "¿Qué podré decir ante aquello que veo? Dios en la tierra, ¿y quién estará en el cielo? Dios viene a nosotros, nacido de una virgen. ¿Quién no anhelará ser santo para estar más cerca de Dios? Dios es cubierto por unos pobres pañales, ¿y quién no querrá hacerse rico de la divinidad de Dios, revestido de humildad? Quiero caminar a Belén para acoger a Dios y deseo llegar a la gruta celeste, y allí alzar la voz: ´Gloria a Dios en lo alto de los cielos, y paz a los hombres que él ama´" (Sofronio de Jerusalén).

Oración

Señor Jesús, Hijo de Dios, Tú que por nuestro amor te has hecho pequeño y has habitado entre nosotros, convierte a ti nuestro corazón, haz que, acogiendo con renovado espíritu y gratitud esta "buena noticia", vivamos según el espíritu del Evangelio, no rechacemos nunca la debilidad y la pobreza, descubriendo en ella el signo de tu divina presencia.

Propósito

Hoy me detendré en adoración delante del Niño Jesús, y confiando en su amor y compasión, pondré a sus pies toda la pobreza, física y espiritual, que aflige a la humanidad.

MENSAJE DEL SR. OBISPO DON MARIO DE GASPERÍN GASPERÍN (enviado por la acción Catolica Qro)

CON MOTIVO DE LA NAVIDAD 2006

NAVIDAD, LA FIESTA DE DIOS

La Iglesia nos invita, en este tiempo de Navidad, a "alegrarnos en el Señor, porque el Señor está cerca" (Fil. 4,4.5); más aún, Él está con nosotros, es el Emmanuel. Las profecías que anunciaron la venida del Salvador, son todas ellas una invitación a la alegría: "Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel, alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén" (Sof. 3,14.17).

Ahora Jerusalén es el pueblo cristiano, porque estas profecías se cumplieron en la Noche Buena, en el portal de Belén: "El ángel dijo a los pastores: les anuncio una gran alegría, que es para todo el pueblo: ¡Hoy les ha nacido el Salvador!". Y, allá en el cielo, entonaron los ángeles: ¡"Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres amados del Señor!". El motivo de tanta alegría es porque tenemos ya un Salvador, Jesús, el Hijo de María, nacido en el portal de Belén. Él está aquí con nosotros, porque somos los hombres "amados del Señor". La inmensa alegría que nos trae el nacimientos del Salvador es fruto del saber que Dios nos ama, y que está con nosotros. La soledad del hombre se rompe con la cercanía de Dios. 

Quisiera ser capaz de comunicarles un poco de esta alegría. La Iglesia lo hace invitándoles a celebrar las posadas con espíritu cristiano, a reunirse en familia con los suyos, a compartir con los vecinos la fe católica, a asistir a Misa para dar gracias por el nacimiento de Jesús, a socorrer al hermano pobre y necesitado, porque Jesús es el Salvador de todos y no excluye a nadie de su alegría: ¡Todos tienen derecho a alegrase con Jesús! La alegría cristiana siempre se comparte con los demás. 

Es verdad que tenemos todavía miedos y temores, penas y dolores, sufrimientos y aflicciones... pero la alegría debe ser mayor. Si miramos con ojos cristianos las cosas, veremos que abunda más lo bueno que lo malo, que es más fuerte el poder de Dios que los ataques de Satanás, que es más poderoso el bien que el mal, que hay más bondad en el mundo que maldad... Nuestra patria ha pasado por momentos críticos, pero sigue en pié. Estamos en pié gracias a la oración de los creyentes, a las súplicas que en todos los rincones de México hemos elevado al Señor. Los fieles católicos hemos orado al Señor por la paz, porque sabemos que la oración es poderosa, que es la fuerza del hombre y la debilidad de Dios: Dios se rinde ante el poder de nuestra humilde oración, y nos dice, como a María: ¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!". Con éstas palabras llenas de fe y de esperanza les digo de corazón: ¡Alegrémonos todos en el Señor, Él está con nosotros! Él viene a celebrar la fiesta de la salvación con nosotros. ¡Hagámosle a Jesús un lugar digno en nuestro corazón, en nuestra familia y en nuestra sociedad! ¡Con estos pensamientos les deseo de corazón una santa, feliz y alegre Navidad!

 

Mario de Gasperín Gasperín

Obispo de Querétaro

domingo, diciembre 24, 2006

Homilia de Bergoglio

 
 

LLAMADO A SER TESTIGO DE ESPERANZA

Bergoglio: "Acercarse a todos, especialmente a los más pobres"

Fue durante la misa de gallo en la catedral metropolitana. Pidió sorprenderse con un Dios que "elige la periferia de la vida" y recordó que "escoge al pequeño para confundir a los fuertes".


El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, exhortó esta noche a los porteños a ser "testigos de esperanza" en la ciudad y les reclamó acercarse a "todos, especialmente a los que más necesitan".

"Dejemos que nos invada la sorpresa de descubrir que Dios se nos manifiesta como a aquel grupo de pobres pastores que vivían al desamparo de los hombres y no a los escrupulosos guardianes de las leyes y las costumbres", pidió el purpurado durante la misa de Nochebuena en la catedral metropolitana.

Bergoglio recordó la "sencillez y sobriedad" del pesebre donde nació Jesucristo, y consideró necesario "volver a sorprenderse por un Dios que elige 'la periferia' de la ciudad de Belén y la 'periferia existencial' de los pobres y marginados del pueblo de ese momento para manifestarse al mundo".

También insistió en destacar que Dios elige "el amor y abnegación" de José y María, antes que "el aparente esplendor de los que confían en sus propias fuerzas".

Tras puntualizar que Dios prefiere manifestarse ante "criaturas sencillas" y no frente el "mañoso Herodes que luego buscaba al niño (Jesús) para matarlo", sostiene que "la sorpresa más grande" es que Dios escoge lo "pequeño, pobre y frágil para confundir a los fuertes".

"Sorpresa -enfatizó- que también se hace noticia buena: Dios está al alcance de todos los que se dejan desinstalar por la pedagogía del pesebre y acogerla como camino transformador de vida".

El purpurado porteño valoró que los porteños hayan descubierto en estos años que "necesitamos cuidar nuestras fragilidades" y pidió al Espíritu Santo que ayude a "renovar el fervor apostólico para crear un estilo común que haga de la ciudad un gran santuario".

"Este año quisimos encontrarnos como familia y acercarnos a esa porción del pueblo de Dios que llega a nuestras comunidades en momentos especiales para compartir con ellos, en la oración y la petición confiada, las angustias y esperanzas que nos mueven  el corazón", puntualizó.

Bergoglio explicó que "ahora queremos que los más alejados, aquellos que como los pastores viven y experimentan la 'periferia de la vida', encuentren en nuestra cercanía una presencia que les hable de un Dios que nos ama, que es ternura y viene a nosotros, a todos, a cada uno, para darnos vida y vida en abundancia, para hacernos felices, para que vivamos en justicia, verdad y paz".

"Acercándonos a todos, especialmente a los que más necesitan iremos descubriendo, no sin sorpresa y de un modo vital, cómo ser iglesia en Buenos Aires, testigos de una esperanza que es 'alegría para todo el pueblo'", reiteró el primado de la Argentina.

 
 
Nicolás Retes.

La Visita de la Virgen a Isabel

Fuente: Catholic.net
Autor: Gustavo Aguilera Jiménez

Lucas 1, 39-45

En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!


Reflexión


Este evangelio es un regalo especial de Dios. Se trata de un retrato hermosísimo de la Santísima Virgen. Está pintado con sencillez, pero con un vivo colorido, magistralmente esbozado en breves y seguras pinceladas. Resaltan los rasgos divinamente humanos de nuestra Madre.

Qué bella es María siempre pronta a servir. Ayudar a otros no es de almas pequeñas, sino de corazones gigantes. Ese servir nos cuesta a todos, como le costó a María. Ella no salió y tomó el taxi. Tuvo que recorrer enormes distancias, por caminos polvorientos hacia las montañas.

María es hermosa en su educación. Elegante como una princesa. No llega esperando atenciones y recibimientos solemnes. Se adelanta a su prima y ella es la que saluda primero. Es la belleza de una persona que piensa siempre en los demás. Qué gracia tiene la jovencita María, la llena de gracia.

La presencia de María llena la casa de amor y alegría. Juan no resiste y salta lleno de alegría al escuchar su voz. "La encantadora voz de la Madre de mi Señor". Ella debe ser la causa de nuestra alegría. Sabemos que la sonrisa sincera es expresión de la felicidad vivida. Qué bella sería la sonrisa de María.

Una sonrisa para sus padres, cuando le mandaban a la fuente. Una sonrisa bondadosa para el ángel Gabriel. Una sonrisa llena de confianza para José. Una sonrisa cordial para los que murmuran de su maternidad. Una sonrisa consoladora para el pobre que le pide de lo poco que tenía. Una sonrisa que fue capaz de cautivar al mismo Dios. Una sonrisa que fue la primera imagen captada por las pupilas húmedas del bebé Dios.

En un hogar cristiano no puede faltar la Hermosa Virgen Santísima, que llena los corazones de amor y verdadera alegría; que suscita sonrisas en todas las almas y que perfuma con su inocente belleza este peregrinar hacia el Padre.

viernes, diciembre 22, 2006

Murió monseñor Jorge López, arzobispo emérito de Rosario

 

Rosario (Santa Fe), 22 Dic. 06 (AICA) :

El prelado falleció en Rosario

El prelado falleció en Rosario

Hoy, 22 de diciembre, a las 14. 15, partió hacia la Casa del Padre monseñor Jorge Manuel López, arzobispo emérito de Rosario. 

     El deceso del prelado, que era atendido por las Hermanas Siervas de Jesús, se produjo tras una "larga enfermedad". En el momento de su fallecimiento lo acompañaba monseñor José Luis  Mollaghan, arzobispo de Rosario, las Hermanas Siervas de Jesús, sacerdotes y amigos laicos, así como varias religiosas. También estaba presente monseñor Pedro Ronchino, obispo emérito de Comodoro Rivadavia, que reside en Rosario. En tanto que ayer recibió la visita de monseñor Eduardo Mirás, que lo había sucedido en la sede episcopal rosarina.

     Los restos de monseñor López son velados en la catedral de Rosario (Buenos Aires y Córdoba), hasta el domingo 24 a las 13, donde serán inhumados, previa misa exequial concelebrada a las 12.

     Monseñor López nació en Rosario  el 5 de junio de 1918, fue ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1942; elegido obispo titular de Ausafa y auxiliar de Rosario el 20 de mayo de 1968; recibió la ordenación episcopal el 15 de agosto de 1968.

     Fue promovido a  Arzobispo de Corrientes , el 5 de abril de 1972; trasladado como Arzobispo de Rosario el 19 de enero de 1983. Fue también vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina y miembro de la Comisión Ejecutiva y Permanente de dicho Organismo, así como de otras comisiones episcopales.

     Por razones de edad presentó al Santo Padre la renuncia a su cargo el 20 de noviembre de 1993. Después de su renuncia  continuó residiendo en Rosario, destacándose por su piedad y amor a Jesucristo y a la Santísima Virgen. También participaba en las reuniones de la Conferencia Episcopal Argentina, y fue Presidente del Consejo  Episcopal para las Causas de los Santos.+

 

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jueves, diciembre 21, 2006

Guión de Misa para el 25 de Diciembre

Celebrando

la Vida

en el

Nuevo Milenio

Guiones para la celebración de la Cena del Señor

Ciclo "C"

Miguel Ángel Osimani

EDICIONES BETANIA

 

 

 

LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

 

 

 

PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante y de los ministros hacia el exterior del templo

 

Queridos hermanos, hemos venido peregrinando a lo largo de estas semanas de Adviento, en la espera del nacimiento del Salvador, y nuestra espera ha llegado a su fin: nuestro Salvador ha nacido y la fiesta de la Navidad nos llena de alegría, porque "con la encarnación del Verbo, el Creador ha sellado con los hombres un pacto de alianza eterna."

Pero es preciso que, todos y cada uno de nosotros, encontremos el sentido profundo de esta fiesta en nuestras vidas. Que la palabra de Dios que escucharemos y la Eucaristía que celebraremos, nos ayuden a acoger la venida del Señor en lo profundo de nuestro corazón.

 

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

La Navidad no es un simple hecho histórico, sino algo que se prolonga hasta el final de la historia, signo de nuestro misterioso renacer a la vida divina; y este nacimiento nos hace hombres nuevos, que debemos sentir, pensar, amar y obrar de manera nueva. Debemos vivir el amor y el perdón; la caridad y la solidaridad; la concordia y la unión, signos de que Cristo realmente, en este día, renace en nosotros.

LECTURAS DE LA MISA DE LA NOCHE

 

1ª. LECTURA:  (Is 9,  1-6)     (Ver texto)

 

El Profeta eleva un canto de esperanza a su pueblo: con la llegada del

Mesías llega la luz que ha de disipar definitivamente las tinieblas de sus vidas. Y ese canto se hace actual para cada uno de nosotros.

 

SALMO RESP.:    (95, 1-3. 11-13)       (Ver texto)

                    R.   Hoy nos ha nacido un Salvador,

                          el Mesías, el Señor.          

2ª. LECTURA:      (Tt 2, 11-14)       (Ver texto)

 

El apóstol Pablo nos manifiesta que la gracia de la venida de Jesús, ha de hacer de nosotros hombres nuevos en la espera de su segunda venida gloriosa.

 

EVANGELIO:   (Lc 2, 1-14)       (Ver texto)

 

Escuchemos ahora con atención, en el santo Evangelio, el relato del que nace nuestra verdadera vida: Dios se ha hecho uno de nosotros para que nosotros pudiéramos ser hijos de Dios. Aclamémoslo con nuestro gozoso Aleluya.

 

LECTURAS DE LA MISA DEL DÍA

 

1ª. LECTURA:  (Is 52, 7-10)    (Ver texto)

 

Escuchemos el grito de júbilo del Profeta porque Dios viene a visitar a su pueblo; porque el Señor viene a visitar a nuestro pueblo.

 

SALMO RESP.:    (97, 1-6)       (Ver texto)

 

                   R.

    Los confines de la tierra han contemplado

                           el triunfo de nuestro Dios

 

2ª. LECTURA:      (Hb 1, 1-6)       (Ver texto)

 

Desde tiempos muy antiguos, Dios preparaba su obra salvadora, el momento que hoy celebramos: la venida de su Hijo, para darnos a conocer, muy de cerca, quién es Dios.

 

EVANGELIO:   (Jn 1, 1-18)       (Ver texto)

 

San Juan nos hablará de la Luz, de la Vida, de la Gloria y de la Gracia que han entrado en este mundo. Porque el Hijo de Dios ha venido a vivir en medio de nosotros. Cantemos jubilosamente el Aleluya.

 

COMÚN A AMBAS MISAS

ORACIÓN DE LOS FIELES:

 

CELEBRANTE:

 

Queridos hermanos, en este día en que se manifestó la bondad y del amor de Dios hacia todos los hombres, poniendo nuestra confianza, no en nuestros méritos, sino en su misericordia, oremos humildemente a nuestro Padre del Cielo.

 

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"

POR CRISTO, ESCÚCHANOS SEÑOR"

v Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres, te pedimos por la Iglesia y el Santo Padre, para que esta Navidad fortalezca ese anuncio gozoso y todos los hombres escuchemos en él a tu Hijo, oremos...

 

v Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla de la palabra, te pedimos por nuestro Obispo, haz que bajo su guía segura podamos construir una Iglesia diocesana verdaderamente comprometida con el anuncio del Evangelio de vida, oremos...

 

v Padre lleno de amor, que enviaste a Jesús para hacernos verdaderos hijos tuyos, haz que todos los que habitamos esta tierra, nos reconozcamos como verdaderos hermanos entre nosotros, y así podamos construir una patria en la que reine la justicia, la fraternidad y la solidaridad, oremos...

 

v Padre rico en misericordia, que enviaste a tu Hijo a traer la verdadera alegría, haz que esta Navidad, la visita de la Virgen Madre, acompañe y enriquezca a los que están solos, a los que sufren, a los que están necesitados de pan y de amor, oremos...

 

v Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo para que fuera la luz del mundo, haz que todos los cristianos lo dejemos nacer en nuestros corazones, y a través de nuestras vidas, Él irradie luz, amor, concordia, unión, y sobre todo, paz y perdón, oremos...

 

CELEBRANTE:

 

Escucha, Padre Santo, nuestras plegarias y concede a cuantos celebran con alegría el nacimiento de tu Hijo Jesús, engendrado de la Virgen María, vivir libres de todo mal, hacer siempre el bien y enriquecerse con tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

 

Vamos a presentar ahora, sobre la mesa del altar, el pan y el vino que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre del Señor, y que deben ser un verdadero signo del ofrecimiento de nuestras propias vidas, para que en ellas, y a partir de este día, nazca realmente el Salvador.

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Por Cristo hemos conocido a Dios, es decir, la Verdad, la Vida, el Amor; pero Cristo sigue iluminando e impulsando nuestro camino hacia la Luz, hacia la Fiesta. Por eso hoy, solemnemente, demos gracias al Padre.

COMUNIÓN:

 

Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado: es el Príncipe de la Paz, que ahora se nos ofrece sacramentado para que también nosotros recibamos la luz que nos conduce hacia la Gloria de Dios.

DESPEDIDA:

Al terminar esta celebración llevemos a nuestros hogares el anuncio de alegría y de paz; pero que esta alegría no nos haga olvidar jamás que la paz se construye en la justicia, en el respeto a los derechos de nuestros hermanos, en la oración profunda y muy especialmente, en la solidaridad con los que sufren.

 

Guión para la Misa de navidad 24 de Diciembre

Celebrando

la Vida

en el

Nuevo Milenio

Guiones para la celebración de la Cena del Señor

Ciclo "C"

Miguel Ángel Osimani

EDICIONES BETANIA

 

 

 

LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

 

 

 

PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante y de los ministros hacia el exterior del templo

 

Queridos hermanos, hemos venido peregrinando a lo largo de estas semanas de Adviento, en la espera del nacimiento del Salvador, y nuestra espera ha llegado a su fin: nuestro Salvador ha nacido y la fiesta de la Navidad nos llena de alegría, porque "con la encarnación del Verbo, el Creador ha sellado con los hombres un pacto de alianza eterna."

Pero es preciso que, todos y cada uno de nosotros, encontremos el sentido profundo de esta fiesta en nuestras vidas. Que la palabra de Dios que escucharemos y la Eucaristía que celebraremos, nos ayuden a acoger la venida del Señor en lo profundo de nuestro corazón.

 

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

La Navidad no es un simple hecho histórico, sino algo que se prolonga hasta el final de la historia, signo de nuestro misterioso renacer a la vida divina; y este nacimiento nos hace hombres nuevos, que debemos sentir, pensar, amar y obrar de manera nueva. Debemos vivir el amor y el perdón; la caridad y la solidaridad; la concordia y la unión, signos de que Cristo realmente, en este día, renace en nosotros.

LECTURAS DE LA MISA DE LA NOCHE

 

1ª. LECTURA:  (Is 9,  1-6)     (Ver texto)

 

El Profeta eleva un canto de esperanza a su pueblo: con la llegada del

Mesías llega la luz que ha de disipar definitivamente las tinieblas de sus vidas. Y ese canto se hace actual para cada uno de nosotros.

 

SALMO RESP.:    (95, 1-3. 11-13)       (Ver texto)

                    R.   Hoy nos ha nacido un Salvador,

                          el Mesías, el Señor.          

2ª. LECTURA:      (Tt 2, 11-14)       (Ver texto)

 

El apóstol Pablo nos manifiesta que la gracia de la venida de Jesús, ha de hacer de nosotros hombres nuevos en la espera de su segunda venida gloriosa.

 

EVANGELIO:   (Lc 2, 1-14)       (Ver texto)

 

Escuchemos ahora con atención, en el santo Evangelio, el relato del que nace nuestra verdadera vida: Dios se ha hecho uno de nosotros para que nosotros pudiéramos ser hijos de Dios. Aclamémoslo con nuestro gozoso Aleluya.

 

LECTURAS DE LA MISA DEL DÍA

 

1ª. LECTURA:  (Is 52, 7-10)    (Ver texto)

 

Escuchemos el grito de júbilo del Profeta porque Dios viene a visitar a su pueblo; porque el Señor viene a visitar a nuestro pueblo.

 

SALMO RESP.:    (97, 1-6)       (Ver texto)

 

                   R.

    Los confines de la tierra han contemplado

                           el triunfo de nuestro Dios

 

2ª. LECTURA:      (Hb 1, 1-6)       (Ver texto)

 

Desde tiempos muy antiguos, Dios preparaba su obra salvadora, el momento que hoy celebramos: la venida de su Hijo, para darnos a conocer, muy de cerca, quién es Dios.

 

EVANGELIO:   (Jn 1, 1-18)       (Ver texto)

 

San Juan nos hablará de la Luz, de la Vida, de la Gloria y de la Gracia que han entrado en este mundo. Porque el Hijo de Dios ha venido a vivir en medio de nosotros. Cantemos jubilosamente el Aleluya.

 

COMÚN A AMBAS MISAS

ORACIÓN DE LOS FIELES:

 

CELEBRANTE:

 

Queridos hermanos, en este día en que se manifestó la bondad y del amor de Dios hacia todos los hombres, poniendo nuestra confianza, no en nuestros méritos, sino en su misericordia, oremos humildemente a nuestro Padre del Cielo.

 

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"

POR CRISTO, ESCÚCHANOS SEÑOR"

v Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres, te pedimos por la Iglesia y el Santo Padre, para que esta Navidad fortalezca ese anuncio gozoso y todos los hombres escuchemos en él a tu Hijo, oremos...

 

v Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla de la palabra, te pedimos por nuestro Obispo, haz que bajo su guía segura podamos construir una Iglesia diocesana verdaderamente comprometida con el anuncio del Evangelio de vida, oremos...

 

v Padre lleno de amor, que enviaste a Jesús para hacernos verdaderos hijos tuyos, haz que todos los que habitamos esta tierra, nos reconozcamos como verdaderos hermanos entre nosotros, y así podamos construir una patria en la que reine la justicia, la fraternidad y la solidaridad, oremos...

 

v Padre rico en misericordia, que enviaste a tu Hijo a traer la verdadera alegría, haz que esta Navidad, la visita de la Virgen Madre, acompañe y enriquezca a los que están solos, a los que sufren, a los que están necesitados de pan y de amor, oremos...

 

v Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo para que fuera la luz del mundo, haz que todos los cristianos lo dejemos nacer en nuestros corazones, y a través de nuestras vidas, Él irradie luz, amor, concordia, unión, y sobre todo, paz y perdón, oremos...

 

CELEBRANTE:

 

Escucha, Padre Santo, nuestras plegarias y concede a cuantos celebran con alegría el nacimiento de tu Hijo Jesús, engendrado de la Virgen María, vivir libres de todo mal, hacer siempre el bien y enriquecerse con tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

 

Vamos a presentar ahora, sobre la mesa del altar, el pan y el vino que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre del Señor, y que deben ser un verdadero signo del ofrecimiento de nuestras propias vidas, para que en ellas, y a partir de este día, nazca realmente el Salvador.

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Por Cristo hemos conocido a Dios, es decir, la Verdad, la Vida, el Amor; pero Cristo sigue iluminando e impulsando nuestro camino hacia la Luz, hacia la Fiesta. Por eso hoy, solemnemente, demos gracias al Padre.

COMUNIÓN:

 

Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado: es el Príncipe de la Paz, que ahora se nos ofrece sacramentado para que también nosotros recibamos la luz que nos conduce hacia la Gloria de Dios.

DESPEDIDA:

Al terminar esta celebración llevemos a nuestros hogares el anuncio de alegría y de paz; pero que esta alegría no nos haga olvidar jamás que la paz se construye en la justicia, en el respeto a los derechos de nuestros hermanos, en la oración profunda y muy especialmente, en la solidaridad con los que sufren.