jueves, diciembre 21, 2006

Guión de Misa Para el IV Domingo de Adviento

Celebrando

la Vida

en el

Nuevo Milenio

Guiones para la celebración de la Cena del Señor

Ciclo "C"

Miguel Ángel Osimani

EDICIONES BETANIA

 

 

 

DOMINGO IVº DE ADVIENTO

 

 

PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante

 

Celebramos el cuarto domingo de Adviento, y nos reunimos, a punto ya de celebrar la Navidad, en una espera tranquila, sincera, ilusionada del Señor. Abrámonos a su constante venida, y que esté muy presente en nuestra celebración de hoy, aquella joven llamada María, "que reconoció y acogió sin reservas al Hijo de Dios en su corazón, antes aún que en su seno virginal."

 

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

Hoy el Señor nos invita, con las palabras de Isabel, a contemplar a la Madre de los creyentes para aprender a acoger y a dar a Jesús. Él viene a nosotros para iluminar nuestras vidas con su luz, para redimirnos y librarnos de toda esclavitud; y Él espera nuestra respuesta de amor: que ésta sea la fiesta del perdón, de la reconciliación y del verdadero encuentro con los hermanos, sobre todo, con los más necesitados.

1ª. LECTURA:  ( Mi 5, 1-4a)         (Ver texto)

 

Ya en las puertas de la Navidad, escuchemos hoy unas palabras que desde lejos, desde tiempos antiguos, nos anuncian la proximidad de Aquél que viene a salvar a su pueblo.

 

SALMO RESP.:     (79, 2ac.3b. 15-16. 18-19 )     (Ver texto)

                    R.   Restáuranos, Señor del universo.              

2ª. LECTURA:    (Hb 10, 5-10 )     (Ver texto)

 

Antiguamente los hombres no sabían cómo llegar a Dios, pero ahora todo ha cambiado, ya que se ha hecho presente entre nosotros un hombre que nos acerca totalmente a Él.

EVANGELIO:    (Lc 1, 39-45)      (Ver texto)

 

Escuchemos ahora, en el santo Evangelio, el anuncio de que Dios mismo viene a visitarnos, y es María Santísima quien nos lo trae. Cantemos el Aleluya: nuestra bienvenida al Señor que viene a salvarnos.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES:

 

CELEBRANTE:

 

Y ahora, queridos hermanos, pensando en esta venida del Señor, que en días más vamos a celebrar, y atentos a las necesidades de todos, dirijamos nuestra plegaria al Padre.

GUÍA:  

A cada una de las peticiones responderemos orando:

"VEN SEÑOR, Y NO QUIERAS TARDAR MAS"

v Para que todos los hombres recibamos el mensaje de amor y de paz en lo más profundo de nuestro corazón, pedimos...

 

v Para que en el pueblo de Dios que peregrina en esta diócesis se realice una efectiva renovación, según el Espíritu de tu Hijo, pedimos...

 

v Para que en nuestra querida Patria esta Navidad signifique una real conversión de nuestras vidas, y allanando los senderos recibamos en nuestro corazón al Hijo de Dios que nos lo trae María, pedimos...

 

v Para que todos los que sufren, los que se sienten tristes y vacíos porque nada esperan, en la manifestación del amor de Dios descubran motivos de vida y de verdadera alegría, pedimos...

 

v Para que esta fiesta no sea una mera celebración material, sino que todos los creyentes celebremos profunda y espiritualmente la Navidad, con la alegría que el Señor viene a hacernos verdaderos hijos de Dios, pedimos...

 

CELEBRANTE:

 

Dios nuestro, que complacido por la fe de la Virgen la has bendecido entre todas las mujeres como Madre del Señor, por su intercesión acoge nuestras súplicas y haz que reconozcamos los signos de tu visita, dispuestos a colaborar en la llegada de tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

 

Presentemos a Dios, junto al pan y el vino para el sacrificio, un corazón limpio y abierto para recibir en nuestras vidas a su Hijo que viene a traernos la liberación.

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Gracias a este memorial de la ofrenda hecha por Jesucristo, también nosotros, después de veinte siglos somos santificados para ser pueblo de la Nueva y eterna Alianza. Por eso cantemos al Padre nuestra alabanza.

COMUNIÓN:

 

María estaba en comunión profunda con Jesús, que llevaba en sus entrañas. Esta comunión la llevó a estar también, decididamente, con Isabel que la necesitaba. Que el fruto de nuestra comunión sea también el estar decididamente al lado de quienes nos necesitan.

DESPEDIDA:

Esta noche es ya la Nochebuena, y recibiremos al Señor conmemorando el acontecimiento que hace 2000 años cambió la historia del hombre; pero es preciso que este acontecimiento sea un real cambio de nuestras vidas y no sólo un festejo más. Cristo es el signo de la ternura de Dios, que se hizo uno de nosotros para que nosotros pudi éramos ser hijos de Dios.

 

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