Pregunta: ¿Es lo mismo monaguillo que acólito? ¿O cuál es la diferencia entre ellos? Agradezco la atención que brindan a mi mensaje y espero su pronta respuesta.
Ma. Guadalupe
Respuesta: Monaguillo se llama al que asiste al sacerdote en Misa, normalmente un niño o una niña: le ayudan con el misal, las ofrendas, el lavatorio de las manos, la campana y portando la charola de la Comunión.
Acólito se llama a quien ha recibido el ministerio del acolitado. Tiene que ser varón y cumplir con cierta edad y condiciones determinadas por decreto de la Conferencia Episcopal. Sus funciones son: cuidar del servicio del altar; ayudar al diácono y al sacerdote en las acciones litúrgicas, especialmente en la celebración de la Misa; prestar su servicio en las diversas procesiones, por ejemplo con la cruz, los cirios, el incienso o el libro; preparar el altar y purificar al final los vasos sagrados; atender en el ofertorio a la recogida de los dones; y, bajo ciertas condiciones, distribuir la sagrada Comunión como ministro extraordinario y exponer públicamente el Santísimo Sacramento de la Eucaristía a la adoración de los fieles y luego reservarlo, pero no puede dar la bendición. Puede, además, instruir a los fieles que ayudan en las acciones litúrgicas, como son las de llevar el misal, la cruz, los cirios u otras funciones similares.
Antes del concilio Vaticano II el acolitado era una de las órdenes menores (acolitado, exorcistado, lectorado y ostiariado) en relación con el diaconado, el presbiterado y el episcopado, que fueron denominadas órdenes mayores. Con el tiempo las órdenes menores fueron tenidas como instituciones previas a la recepción de las órdenes sagradas, concretamente el sacerdocio o presbiterado.
Ahora a las órdenes menores se les llama ministerios; se conservan dos, que son el acolitado y el lectorado; son conferidos por el obispo mediante el rito litúrgico de la institución.
Los candidatos al diaconado y al presbiterado deben recibir estos ministerios, pero también son accesibles a los laicos que quieran asumir en la Iglesia los compromisos que les corresponden:
Puede extrañar a algunos que hoy en día veamos cómo regularmente los laicos desempeñan estas funciones originalmente reservadas al acólito instituido. Esto se debe a otra cláusula del derecho canónico que dice: «Donde lo aconseje la necesidad de la Iglesia y no haya ministros, pueden también los laicos, aunque no sean lectores ni acólitos, suplirles en algunas de sus funciones, es decir, ejercitar el ministerio de la Palabra, presidir las oraciones litúrgicas, administrar el Bautismo y dar la sagrada Comunión, según las prescripciones del derecho».
Walter Turnbull
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"La Paz De Cristo en el Reino de Cristo"
Acción Católica Mexicana Diócesis de Querétaro
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Jose Luis Aboytes
miércoles, junio 28, 2006
lunes, junio 26, 2006
Guión de Misa para el 13º Domingo - 2 de Julio
Celebrando la Vida en el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "B" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA |
DOMINGO 13º DURANTE EL AÑO PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante |
Celebramos hoy el domingo décimo tercero del tiempo durante el año, y nos encontramos aquí reunidos para celebrar con fe y esperanza la acción de Jesucristo en nosotros, quien en el Evangelio de hoy nos dirá: "No temas, basta que creas", ya que la confianza total en el Señor y su poder, hace posible el milagro, lo que nosotros vemos como humanamente imposible, y esta fe es la que nos da verdaderamente la paz. |
AMBIENTACIÓN: Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial |
Dios, Creador de todo lo existente, ha creado al hombre para la vida, ya que la muerte no entraba en su designio; pero el hombre, creado para la inmortalidad y seducido por el demonio, ha introducido en el mundo el pecado, y con él. la muerte. Pero Jesucristo se ha hecho hombre para con su muerte y resurrección, devolvernos la vida, no sólo la del cuerpo, sino también la vida del alma, dándonos paso a la vida que dura para siempre. |
Dios es el autor de la vida. El hombre, creado a imagen de Dios, participa de esa misma vida. La muerte proviene del orgullo del hombre. |
R. Yo te glorifico, Señor, porque Tú me libraste. |
El realismo y el sentido común de Pablo, aparece claramente en la cuestión de la colecta para los pobres de Jerusalén; es conveniente que todo el mundo disponga de los mismos bienes para satisfacer las mismas necesidades. |
En este pasaje del Evangelio se nos muestra, en una narración expresada de una forma muy humana, a Jesús dando vida a la hija de Jairo, mostrando su poder sobre la muerte. |
ORACIÓN DE LOS FIELES: CELEBRANTE: |
Hermanos, que nuestra oración exprese nuestra firme voluntad de trabajar por el bienestar de todos los hombres, porque ésta es la voluntad de Dios, elevemos con fe y esperanza estas peticiones a nuestro Padre del Cielo. |
GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando: |
"SEÑOR, AUMENTA NUESTRA FE" |
v Dios, autor de la vida, para que en el Vicario de tu Hijo, hoy Benedicto XVI, todos los hombres reconozcamos a quien el mismo Cristo ha designado para guiarla, te pedimos... v Señor, Rey del universo, para que junto a nuestro Obispo podamos formar una comunidad diocesana firmemente arraigada en el Evangelio y verdaderamente comprometida con su difusión, te pedimos... v Señor de la historia, porque queremos que todos los habitantes de esta nación seamos capaces de una conversión profunda de nuestros corazones y así Tú vuelvas a ser el fundamente de nuestras vidas y de nuestra moral, te pedimos... v Dios, rico en misericordia, para que nuestras familias sean solidarias y fraternas con el dolor de tantas familias que hoy están necesitadas no sólo de pan, sino de cultura y de Dios, y así ellas puedan descubrir tu providencia de Padre, te pedimos... v Padre bondadoso, para que nuestra confianza en el poder de tu Hijo, el Señor Resucitado, nos haga posible lo que consideramos como humanamente imposible, te pedimos... |
CELEBRANTE: |
Padre nuestro, escucha una vez más nuestra oración. Hágase tu voluntad para que venga a nosotros tu Reino. el Reino de vida y de gracia que nos anunció tu Hijo Jesucristo. Te lo pedimos por Él, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. |
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS: |
Junto al pan y el vino para el sacrificio, depositemos sobre la mesa del altar, nuestra entrega y total confianza a Aquél que vino para darnos la verdadera vida. |
DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros") |
Dios es fuente, fuerza y camino de nuestra vida. Al darle gracias por su constante donación, pidamos que sepamos abrirnos a Él cada vez más. |
COMUNIÓN: |
Participar del Cuerpo de Jesucristo significa disponernos a seguir su camino de generosidad, de comunicación de vida. Creemos que este camino -porque es el de Dios- nos llevará de manera segura a la resurrección. |
DESPEDIDA: |
Al volver ahora a nuestros hogares y a nuestras obligaciones diarias, nos vamos con la certeza que al celebrar esta Eucaristía, anunciamos la muerte de Cristo y la nuestra y proclamamos también su resurrección, y la nuestra. |
Guión de Misa para la Solemenidad de San Pedro y San Pablo
Celebrando la Vida en el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "B" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA |
SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante |
En este día celebramos el misterio de la Pascua del Señor realizado en los dos apóstoles, Pedro y Pablo, que más trabajaron para edificar la Iglesia de la Nueva Alianza. Es la fiesta de toda la Iglesia, de la que Pedro es piedra fundamental, por eso es la fiesta del Sumo Pontífice, nuestro amado Santo Padre. |
AMBIENTACIÓN: Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial |
El mismo Dios nos revela la divinidad de su Hijo: verdadero Dios y verdadero hombre. Y ese misterio de Cristo se hace también presente en su Iglesia, recibiendo los Apóstoles el carisma de pastores, presidiendo la vida de la Iglesia en nombre de Cristo, quien constituye a Pedro como cabeza visible de ella, y en él a todos sus sucesores, a quienes confía plenos poderes, pidiéndonos a nosotros un auténtico sentido de respeto y obediencia; obediencia activa y responsable. |
En este relato del comienzo de la vida de la Iglesia, vemos al primero de los Apóstoles, a Pedro, que es encarcelado por fidelidad al Señor, pero no es abandonado por Él. |
R. El Señor me libró de todos mis temores. |
El Apóstol, sólo y abandonado, vive su último proceso. Pero su fidelidad y esperanza no se debilitan. Reconoce que la salvación no es un callejón sin salida para quienes siguen a Cristo. |
Es el mismo Jesús quien nos manifiesta su poder, que como Hijo de Dios posee, y que Él se lo comunica a la Iglesia, en la figura de su Vicario, el Santo Padre. |
ORACIÓN DE LOS FIELES: CELEBRANTE: |
Queridos hermanos y hermanas, tenemos un solo Dios, un solo mediador, Jesucristo, dirijamos por Él al Padre, nuestras plegarias y nuestras súplicas por la Iglesia y por todos los hombres. |
GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando: |
"TE LO PEDIMOS, SEÑOR" |
v Padre eterno, te pedimos por la Iglesia, una, santa, católica y apostólica; para que se edifique y crezca hasta llegar a la plenitud total de Cristo, oremos... v Dios todopoderoso, te pedimos por el Vicario de tu Hijo, el Santo Padre Benedicto XVI, para que todos los hombres reconozcan en su presencia, la de Jesús, que hoy se nos muestra sacramentalmente en él, oremos... v Señor de la vida, te pedimos por nuestro Obispo y por todo el Colegio Episcopal, para que con invariada fidelidad, ejerzan con alegría el ministerio de pastores que les has encomendado, oremos... v Padre de las misericordias, te pedimos por todos los que sufren a causa de la fe en Cristo o de sus convicciones religiosas, para que encuentren ayuda, consuelo y liberación, oremos... v Padre de todos los hombres, te pedimos por todos los que celebramos los misterios de la Pascua del Señor, para que nos alegremos de compartir su pasión para desbordar de gozo el día en que se manifestará su gloria, oremos... |
CELEBRANTE: |
Padre del Cielo, acoge las oraciones de tu Iglesia, cimentadas sobre la palabra y el martirio de Pedro y Pablo; que tus Apóstoles, con sus enseñanzas, nos ayuden cada día a ser más fieles al Evangelio de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. |
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS: |
Junto al pan y el vino nos ofrecemos nosotros mismos, en una sincera disposición a ser dóciles al Espíritu de Jesús, que se nos manifiesta de manera especial en nuestros Pastores y en el Santo Padre. |
DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros") |
Bendigamos al Padre, que por su gran amor nos ha hecho nuevas creaturas y nos ha dado una esperanza viva gracias a la resurrección de su Hijo de entre los muertos. |
COMUNIÓN: |
Los Apóstoles nos enseñaron a celebrar la Cena del Señor. Al acercarnos a la mesa eucarística, tomemos con alegría el pan que da vida, pasando de la muerte a la vida con la esperanza del retorno glorioso del Señor. |
DESPEDIDA: |
Al terminar nuestra celebración de este día de fiesta, salgamos a la calle para dar, con alegría y valor, como los Apóstoles, testimonio de la Resurrección del Señor; seamos mensajeros del Evangelio, de palabra y de obra. |
El Coordinador del grupo de Catequesis
Autor: Rogelio López, Fuente: isca.org.ar toamdo de es.catholic.net Su trabajo será articular todas las tareas, reconocer y potenciar los talentos de cada uno de los integrantes del grupo y tener la capacidad de organizar un trabajo que redunde en una buena tarea de crecimiento de la fe de los catequizandos | |||
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sábado, junio 24, 2006
Domingo 25 de Junio - XII Domingo durante el año
Este día, al atardecer, les dice: «Pasemos a la otra orilla.»
Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con él.
En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca.
El estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?»
El, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla, enmudece!» El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza.
Y les dijo: «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?»
Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?»
Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con él.
En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca.
El estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?»
El, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla, enmudece!» El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza.
Y les dijo: «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?»
Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?»
"El huracán y la barca"
Hoy soplan vientos contrarios para la fe y para la vida de la Iglesia; pero es una buena prueba para despertar de la mediocridad y superficialidad a tantos creyentes. Unos se desalientan otros se escandalizan y hay quien pretende amainar la tempestad por sus propios medios. Yahvé salva a Job de la tempestad de la duda mostrándose como el Señor del mar y del universo (1ª lectura). Jesús increpa a los vientos y estos le obedecen, pero reprocha a los discípulos su cobardía y poca fe (Evangelio). ¿Cuál es nuestra actitud cuando sentimos que nos hundimos? El que no es de Cristo valora a las personas y las circunstancias con criterios humanos; pero el que vive con Cristo es criatura nueva, sabiendo que Él murió y resucitó por todos. (2ª lectura)
Mensaje doctrinal
1) ¿Quién puede dormir en la tormenta?
La escena nocturna de doce hombres encorvados sobre sus remos, que luchan hasta el límite de sus fuerzas contra el furor de la naturaleza, nos hacen ver la gravedad del momento. Pero su simbolismo va más allá de la narración. La tormenta es imagen de las persecuciones que sufre la Iglesia y las luchas que cada alma tiene que librar contra las tentaciones y dificultades. Pequeñas y grandes tempestades: inquietudes, proyectos que no llegan a realizarse, dificultades en las relaciones con los demás, desgracias inesperadas. Puede sobrevenir la duda de que Dios se ha olvidado de nosotros; que "Jesús duerme". Entonces nuestra fe comienza a vacilar y llega la desesperación. Pero podemos preguntarnos: ¿Con qué ojos vemos los acontecimientos de nuestra vida? ¿Con los de la fe, con los de la mentalidad que nos rodea, o con los de nuestro propio orgullo? "Cada vez que Cristo se duerme en la barca de nuestra vida, se desencadena la tempestad con todas las fuerzas del viento". (San Pedro Crisólogo)
¿No será nuestra falta de fe que interpreta las adversidades como una conjura de todas las fuerzas naturales y sobrenaturales contra nosotros?
Algunas situaciones nos llegan con tal violencia que humanamente parecen insoportables, pero entonces ¿Con cuánta fe hacemos oración como los apóstoles: "Señor, sálvanos que perecemos"? 2) ¿Qué milagros esperamos? Los milagros entusiasmaban a nuestros mayores y sus creencias se basaban en estas pruebas irrebatibles de la omnipotencia de Dios. Sin embargo Jesús se muestra renuente a dar pruebas. Los milagros que realizó, los hizo casi a disgusto, por piedad, por bondad, en secreto, recomendando silencio, sintiendo siempre que corría el riesgo de distraer la atención de otras cosas más importantes que quería revelar. Los judíos exigían señales en el cielo, el aplastamiento de los enemigos, la dominación universal. Nosotros también queremos milagros y estaríamos tranquilos con esa fácil solución. ¿Cuáles serían los motivos por los que Jesús seguía dormido en la tormenta? ¿No era acaso Él, el dueño del viento y de las aguas? El primer motivo de esta negativa es que una religión de milagros pondría a Dios al servicio de nuestros intereses y de nuestros caprichos. El papel de la religión es ayudarnos a despegarnos del mundo; pero las curaciones que esperamos, los éxitos temporales, el alivio en los sufrimientos harían que nos apegáramos más a esta vida que algún día tenemos que dejar. "Vosotros me seguís, decía Jesús, porque habéis comido pan y os habéis saciado". El segundo motivo es que Jesús sabía que los milagros que realizaba sobre las cosas, distraían la atención sobre su persona. Las almas sinceras descubrían al Mesías a través de sus palabras, sus gestos, sus miradas. Las almas groseras y superficiales no se interesaban más que por los resultados obtenidos. El tercer motivo, el más importante es que el milagro físico es una revelación de poder. Pero Jesús no quería revelar de Dios más que el amor. El milagro que realizaba a través de los milagros era el de la revelación del amor de Dios hasta el punto de entregar a su Hijo único para salvar al mundo. Este milagro no lo entendemos cuando reclamamos: "Sálvanos que perecemos". Jesús está ahí como dormido, tranquilo, silencioso, paciente. El motivo de nuestra fe está en ponernos en contacto real con aquel que está ahí dormido. Debemos ser capaces de creer en Él sin necesitar otros milagros que no sean el de su amor. En otras palabras: No buscar los milagros del Señor, sino al Señor de los milagros.
3) ¿Morir de miedo o vivir de fe? "¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?".
Este reproche nos sorprende, cuando creíamos que esa reacción ante el peligro era signo de confianza. Todos acudimos al Señor cuando nos sentimos amenazados por un mal. Jesús reprende lo que nosotros hubiéramos alabado. El nos revela que la oración de los apóstoles era, en realidad, una oración desconfiada, de inquietud, de duda, Si Él estaba allí no tenían nada que temer. No se puede perecer en compañía de Jesús porque Él puede salvarnos, aún durmiendo. Nos da miedo tomar en serio nuestra vida; es más fácil "instalarse y seguir tirando" sin atreverse a afrontar el sentido de la existencia. ¡Cuántos retroceden y se repliegan cómodamente en la pasividad cuando descubren las exigencias y luchas de cada día! Pero no se puede vivir a la deriva. Deberíamos escuchar con sinceridad las palabras de Jesús: "¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?".
El miedo es el mayor enemigo de las personas, de la familia, de las comunidades. El miedo ha hecho mucho daño en la Iglesia porque paraliza, impide la creatividad, la aventura evangélica. Alguien ha dicho atinadamente: "Hay que tenerle miedo al miedo". El mayor pecado contra la fe es la cobardía; no nos atrevemos a tomar en serio todo lo que el Evangelio significa. Ballet hablaba de "la herejía disfrazada" de los que defienden el cristianismo, incluso con agresividad, pero no se abren nunca a las exigencias más fundamentales del Evangelio. A veces parece que Jesús duerme; son las noches de la fe. Es el silencio desgarrador y desesperante del Señor. También Jesús sufrió esa noche con respecto al Padre: "Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?" (Mt. 27,46) Este es el momento culminante de la fe, cuando a pesar de que nos envuelven las tinieblas confiamos en Él. Es el momento de la fe desnuda.
Fuente: Catholic.net
Fuente: Catholic.net
jueves, junio 22, 2006
PROMESAS DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS
Los Católicos creyentes se consagrarán al Sagrado Corazón de Jesús en espíritu de reparación el primer Viernes del mes. Jesús mismo hizo las siguientes promesas a la Hermana Margarita María en favor de aquellos que practiquen y promuevan esta Devoción:
- Otorgaré las gracias necesarias durante sus vidas.
- Estableceré paz en sus familias y uniré a las que estén separadas.
- Confortaré a los devotos en todas sus penas.
- Seré su refugio seguro durante sus vidas y sobre todo a la hora de las muerte.
- Concederé las bendiciones celestiales en todas sus labores.
- Los pecadores encontrarán en Mi Corazón el origen y la fuente infinita de la piedad.
- Las almas incrédulas se convertirán en fervientes.
- Las almas fervientes se elevarán rápidamente a un estado de perfección.
- Bendeciré aquellos lugares en donde la imagen del Sagrado Corazón sea expuesta y honrada y estamparé mi amor en los corazones de todos aquellos que porten mi imagen en su persona. Yo también destruiré en ellos cualquier desconcierto.
- Concederé a los sacerdotes que promulguen la devoción al Sagrado Corazón el don de cambiar los corazones más inhumanos.
- Aquellos que promuevan esta devoción tendrán sus nombres escritos en mi corazón para nunca ser borrados.
- Les Prometo por la infinita misericordia de mi Corazón que mi poderoso amor les concederá a todos aquellos que reciban la comunión el primer Viernes demes por nueve meses consecutivos la gracia de la penitencia final; no moriránen desgracia, ni morirán sin recibir los Santos Sacramentos. Mi divino Corazón será su refugio en sus últimos momentos. Los nueve primeros Viernes de mes deberán de ser en honor del Sagrado Corazón. (Estos Viernes deberán ser consecutivos y la Comunión deberá de ser recibida).
Educar al niño y al adolescente, principios básicos
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miércoles, junio 21, 2006
Guion de Misa para el 12º Domingo durante el año
Celebrando la Vida en el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "B" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA |
DOMINGO 12º DURANTE EL AÑO PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante |
Celebramos hoy el domingo décimo segundo el tiempo durante el año, y en esta Eucaristía celebramos el inmenso amor de Dios, amor que lo hemos conocido en esto: Él nos ha amado primero, y nos ha enviado a su Hijo para mostrarnos el camino que lleva a la vida para siempre. |
AMBIENTACIÓN: Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial |
El Señor nos manifiesta hoy el poder que Cristo, como verdadero Dios, tiene sobre toda la creación, y que nos lo demuestra dominando la tempestad y el mar, ante la falta de fe de sus discípulos, testigos de muchos milagros. Y Dios, con ese mismo poder, cuida a cada uno de nosotros, pidiéndonos una confianza absoluta en su providencia de Padre; pero Él mismo también nos hace presente que esa confianza no nos libera de nuestro esfuerzo, de nuestra responsabilidad., |
Y en el Antiguo Testamento, Dios le manifiesta a Job que Él es el único que tiene toda potestad, el único que puede dirigir al mundo. |
R. ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, Porque es eterno su amor! |
San Pablo, que se encontraba en un momento difícil, recuerda el motivo que lo hace vivir dedicado al Evangelio: el amor de Jesucristo muerto y resucitado, que es más poderoso que cualquier contrariedad. |
Jesús, en el Santo Evangelio, nos manifiesta que, aunque nos parezca que Él está dormido, porque no sentimos su presencia, está velando con su poder sobre nosotros, sobre su Iglesia. |
ORACIÓN DE LOS FIELES: CELEBRANTE: |
Nuestra fe nos dice que el amor del Padre es mayor que todo el mal que pueda haber en nosotros. Por eso, confiando en este amor, le presentamos ahora nuestra plegaria. |
GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando: |
"PADRE BUENO, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN" |
v Por la Santa Iglesia y el Santo Padre, para que en su palabra los hombres descubramos a Cristo, que es quien realmente la sostiene, la guía y nos da la absoluta confianza que las fuerzas del mal no prevalecerán contra ella, oremos... v Por nuestro Obispo y todos los ministros que cuidan de este pueblo tuyo, para que junto a ellos y sostenidos por tu gracia, podamos formar una familia diocesana verdaderamente evangelizada y evangelizadora, oremos... v Por nuestra querida patria, para que tu Santo Espíritu ilumine la mente y el corazón de cada uno de los que la habitamos, para que así tu Hijo vuelva a ser el fundamento de nuestras familias y de toda nuestra sociedad, oremos... v Por nuestras familias, para que las ilumines y las sostengas en su difícil misión de formar a sus hijos en el modelo del tuyo: Jesucristo, nuestro Señor, oremos... v Por todos los cristianos, para que con la certeza de la presencia de tu Hijo, trabajemos por la extensión de tu Reino, pero conscientes de nuestra responsabilidad en la tarea que Él mismo nos ha encomendado, oremos... |
CELEBRANTE: |
Señor, Padre amoroso, que escuchas siempre la plegaria de los que esperan en ti; atiende nuestras súplicas y haz que seamos fieles a la Buena Nueva de tu Hijo. Te lo pedimos por Él, que es Dios y contigo vive y reina por los siglos de los siglos. |
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS: |
Ofrecemos el pan y el vino, que son signo de nuestro propio ofrecimiento al servicio de Dios, al de la Iglesia y al de todos los hombres, nuestros hermanos. |
DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros") |
Jesús, aquél a quien el viento y el agua obedecen, el único en quien encontramos la salvación, se hace ahora presente entre nosotros, por eso, con alegría, demos gracias al Padre que nos lo ha dado como camino hacia la vida. |
COMUNIÓN: |
Jesús es el único camino hacia la vida; Él es nuestro alimento, la fuerza que nos lleva hacia el Padre. Participemos ahora de su Cuerpo, que es la verdadera promesa de salvación. |
DESPEDIDA: |
Lo que hoy nos ha dicho el Señor, debemos tenerlo presente en todo momento. Él sostiene a su Iglesia que va peregrinando entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios; Él nos pide que confiemos en su providencia, pero que afrontemos con decisión nuestra responsabilidad en la construcción de su Reino, ya aquí en esta tierra. |
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