viernes, mayo 05, 2006

Apostolado de Oración

Muchas veces me han preguntado en que consiste el apostolado de Oración, como se fundo etc.
Hice una pequeña sintesis extraida de la pagina web del mismo.
Este se encuentra en nuestra sección, Páginas relacionadas con la catequesis, en donde podran ampliar la información.
Pero, para facilitarles el acceso, aqui tienen el Link:
http://www.apostor.org.ar/index2.html#

Jorge Vilá

¿Como Nacio el Apostolado de Oración?

El Apostolado de la Oración nació entre jóvenes y, en un principio, sólo para jóvenes. Luego se vio que era muy apto para toda clase de personas.
Nació en un pueblo del sur de Francia, llamado Vals, donde los jesuitas tenían una Casa de Formación, en la cual preparaban a sus jóvenes religiosos para el sacerdocio. Las cartas que llegaban a menudo a esta Casa escritas por los misioneros jesuitas, radicados en países no-cristianos, les había comunicado un gran entusiasmo misionero a estos jóvenes; entusiasmo que, en parte, les frustraba un tanto, ya que los fuertes, prolongados y, parcialmente, áridos años de estudios para el sacerdocio, no les permitían disfrutar apenas de alguna oportunidad para expresar y canalizar sus ímpetus y ansias de apostolado.
¿Qué hacer entonces? Su Director Espiritual, el P. Francisco Javier Gautrelet, SJ, un hombre de Dios que comprendía muy bien la necesidad de encauzar debidamente el empuje apostólico de esos jóvenes, la víspera de la fiesta de San Francisco Javier (2 de diciembre, de 1844), les esbozó en una Meditación la idea fundamental de lo que hemos llamado, desde entonces, Apostolado de la Oración.
La idea original está fundada en la doctrina de San Pablo acerca del Cuerpo Místico de Cristo: mientras los misioneros trabajan por llevar el Evangelio a los pueblos que no conocen o todavía no aceptan a Cristo, los estudiantes jesuitas podían y debían solidarizarse con esos trabajos de los misioneros, apoyando y reforzando su labor por medio de la oración, que es la que da eficacia a la acción del Reino.
La acogida entusiasta de aquel grupo de estudiantes a la invitación del P. Gautrelet para que se comprometieran, responsablemente, a orar de manera solidaria por los que ya trabajan en las misiones, dio frutos inmediatos. Por lo pronto, les otorgó un mayor sentido a sus estudios, al capacitarles para sentirse mucho más unidos a Cristo que ora, está presente y actúa por medio nuestro en su Iglesia.
Poco después, el P. Guatrelet expuso las ideas fundamentales de aquella charla fundacional suya en un sencillo folleto titulado «Apostolado de la Oración». A continuación, la iniciativa se extendió y fue acogida por otras muchas comunidades de jóvenes estudiantes en toda Francia.
La obra iniciada por el P. Gautrelet hubiera desaparecido pronto por falta de estructuras capaces tanto de promoverla como de sostenerla, si no hubiera venido en su ayuda el joven profesor de filosofía, P. Henri Ramière. Este jesuita era un hombre de gran capacidad intelectual, ferviente religioso, con talento de escritor y organizador, espíritu naturalmente combativo y de celo apostólico ardiente.
Gran entusiasta de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, contribuyó en gran medida a que el Apostolado de la Oración profundizara en la importancia de toda acción hecha en Cristo.
Al fallecer, en 1884, después de 24 años al frente de la obra, el número de centros del Apostolado en el mundo entero excedía los 35.000, con más de 13 millones de socios. En la expansión del mensaje del Apostolado de la Oración, tuvo una importancia decisiva la insistencia del P. Ramière en su trabajo del Mensajero del Corazón de Jesús, la revista oficial del Apostolado en numerosas naciones.
¿Cómo se comienza o funda un centro o grupo del AO?
¡Con mucho amor y con muchos deseos de servir a Jesucristo!
Cuando se trata de grupos de carácter parroquial, es esencial que los interesados se comuniquen lo antes posible con su Párroco, a fin de pedirle su autorización para comenzar. Lo más indicado, a los efectos prácticos, es comenzar por un pequeño grupo o centro. Basta con que haya 3 ó 4 personas para comenzar; y, volviendo un poco más arriba, todo lo que hace falta es que tengan muchos deseos de servir al Padre desde el Corazón de Jesucristo.
Es importantísimo que el pequeño grupo le dé, desde el principio, el mayor valor a la oración solidaria de unos por los otros y con los otros; ahí está la clave de la perseverancia y la fuente de las fuerzas que hacen falta para enfrentar las dificultades, que no faltarán.
Una vez que la «pequeña comunidad» es capaz de constatar que se mantiene unida y que el Señor la anima a llevar adelante su deseo de servir a la iglesia de Dios, desde el Corazón de Jesús, se puede y debe procurar entonces comunicarse con el Secretariado Nacional del Apostolado de la Oración.
¿Cómo y para qué son las reuniones?

Para sostener y alimentar la vida espiritual de cada uno en la comunidad y reavivar su celo apostólico.
No existe una norma fija y obligatoria acerca de cómo conducir las reuniones. Esto depende, en parte, de la frecuencia con que se reúna cada grupo. Hay grupos que se reúnen una vez al mes, ya que muchos de sus integrantes pertenecen también a otras asociaciones eclesiales. Otros, lo hacen semanalmente, con gran provecho y entusiasmo por parte de sus integrantes. A cada grupo le tocará decidir la frecuencia.
Un esquema simple de reunión puede ser el siguiente:
Se puede comenzar con un canto que sirva para entrar en presencia de Dios, aquietar el corazón y disponerse a su escucha.
Lectura de la Palabra de Dios, iluminada desde algún comentario que ayude a ahondar su sentido. Oración en silencio. Iluminación de la Vida (en común).
Oración solidaria por las Intenciones del Santo Padre y las de la comunidad.
Tema que alimente la vida espiritual. En esto, tanto la Revista del Apostolado de la Oración, como el Boletín Internacional Oración y Servicio, editado por la Dirección General en Roma, intentan ser una ayuda en este sentido. En los momentos fuertes del tiempo litúrgico, se puede sustituir el tema de formación por un espacio más prolongado de oración comunitaria en compañía del Señor y su Madre.
Reavivar el propósito apostólico personal y comunitario .
Asuntos prácticos : Todo grupo o comunidad humana que se reúne con cualquier propósito tiene que atender siempre asuntos de índole práctica e inmediata. No se pueden descuidar estos asuntos, pero conviene dejarlos para el final.
Oración de Ofrecimiento y canto final.
Oración para hacer el ofrecimiento diario de nuestras vidas
Divino Corazón de Jesús, por medio del Corazón Inmaculado de tu Madre,yo me ofrezco en tu Espíritu al Padreuniéndome a tu ofrenda en el altar;con mi oración y mis trabajos,con mis dolores, tristezas y alegrías por los que voy a pasar,a fin de reparar lo que el pecado causara con su mal,y así entre nosotros veamos tu reino llegar.Especialmente te pido por las intencionespor las que el Santo Padre nos pide rezar.

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