Córdoba, 4
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May. 06 (AICA)
Despidieron los restos del Cardenal Primatesta
Numerosos fieles dieron su último adiós al cardenal Raúl Francisco Primatesta durante una misa exequial en la catedral de Córdoba, donde el arzobispo local, monseñor Carlos Ñáñez, recordó al purpurado fallecido el lunes pasado como "un hombre de fe convencida, un sacerdote piadoso, un pastor dedicado e incansable". Tras enumerar su acción pastoral en la Arquidiócesis, destacó la proyección nacional e internacional de Primatesta, pero "sin dejar de cumplir con sus responsabilidades como ciudadano de esta patria argentina". "Vivió intensamente sus vicisitudes, especialmente en los años difíciles signados por tantos y tan dolorosos desencuentros y enfrentamientos. Sus gestos e intervenciones siempre se encaminaron a favorecer la paz y la concordia entre los habitantes de nuestra Nación. Su preocupación y sus gestiones por la paz alcanzaron un momento decisivo cuando, secundando la providencial actuación del querido y recordado Juan Pablo II, contribuyó eficazmente a evitar un enfrentamiento de imprevisibles consecuencias con nuestros hermanos chilenos", subrayó. Monseñor Ñáñez agradeció a la comunidad arquidiocesana y a quienes "han acompañado con cariño y solicitud al Cardenal, especialmente en los últimos momentos de su vida: a las Hermanas Carmelitas, al padre Néstor Fornara, al señor Cruz Flores y a los profesionales y personas que con su atención estuvieron a su lado, particularmente en su agonía". "Las condolencias del Santo Padre, Benedicto XVI, -dijo- nos reconfortan grandemente, así como también las de su Secretario de Estado, el cardenal Angelo Sodano y la de su sustituto, monseñor Leonardo Sandri. De corazón agradecemos esas palabras consoladoras y de esperanza". El prelado valoró la presencia en la catedral del nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini; del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires; y de los obispos, sacerdotes, consagrados y laicos que "nos acompañan en este momento y se unen a nuestra oración". También la de las autoridades nacionales, provinciales, especialmente al gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, y al intendente local, Luis Juez, que "nos acompañan y nos han hecho presente sus condolencias". Por último, monseñor Ñáñez recordó que "dos circunstancias providenciales marcan el tránsito de nuestro hermano Raúl Francisco. Su muerte ocurrió cuando la Iglesia hacía memoria de San José. El Cardenal tuvo una gran devoción por este santo, el patrono de la buena muerte. No dudamos de que San José lo vino a buscar y que junto a su esposa, la Santísima Virgen María a quien Él profesó una tierna devoción lo han presentado al Señor misericordioso, al Pastor de los pastores, para que Él en su bondad le otorgue la recompensa de los servidores fieles".Responso final y procesión Tras el último responso a cargo monseñor Ñáñez, el féretro cerrado fue llevado en procesión por el interior del templo y por la Plaza San Martín, para regresar a la catedral, donde fue depositado en la Cripta de los Obispos. Los restos mortales del cardenal Primatesta, de 87 años, fueron velados desde el lunes en la catedral, por donde pasaron numerosas personalidades del quehacer político, social y religioso del país. El presidente Néstor Kirchner, la primera dama Cristina Fernández, y el vicepresidente Daniel Scioli, enviaron una ofrenda floral.+Texto completo de la homilía
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May. 06 (AICA)
Despidieron los restos del Cardenal Primatesta
Numerosos fieles dieron su último adiós al cardenal Raúl Francisco Primatesta durante una misa exequial en la catedral de Córdoba, donde el arzobispo local, monseñor Carlos Ñáñez, recordó al purpurado fallecido el lunes pasado como "un hombre de fe convencida, un sacerdote piadoso, un pastor dedicado e incansable". Tras enumerar su acción pastoral en la Arquidiócesis, destacó la proyección nacional e internacional de Primatesta, pero "sin dejar de cumplir con sus responsabilidades como ciudadano de esta patria argentina". "Vivió intensamente sus vicisitudes, especialmente en los años difíciles signados por tantos y tan dolorosos desencuentros y enfrentamientos. Sus gestos e intervenciones siempre se encaminaron a favorecer la paz y la concordia entre los habitantes de nuestra Nación. Su preocupación y sus gestiones por la paz alcanzaron un momento decisivo cuando, secundando la providencial actuación del querido y recordado Juan Pablo II, contribuyó eficazmente a evitar un enfrentamiento de imprevisibles consecuencias con nuestros hermanos chilenos", subrayó. Monseñor Ñáñez agradeció a la comunidad arquidiocesana y a quienes "han acompañado con cariño y solicitud al Cardenal, especialmente en los últimos momentos de su vida: a las Hermanas Carmelitas, al padre Néstor Fornara, al señor Cruz Flores y a los profesionales y personas que con su atención estuvieron a su lado, particularmente en su agonía". "Las condolencias del Santo Padre, Benedicto XVI, -dijo- nos reconfortan grandemente, así como también las de su Secretario de Estado, el cardenal Angelo Sodano y la de su sustituto, monseñor Leonardo Sandri. De corazón agradecemos esas palabras consoladoras y de esperanza". El prelado valoró la presencia en la catedral del nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini; del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires; y de los obispos, sacerdotes, consagrados y laicos que "nos acompañan en este momento y se unen a nuestra oración". También la de las autoridades nacionales, provinciales, especialmente al gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, y al intendente local, Luis Juez, que "nos acompañan y nos han hecho presente sus condolencias". Por último, monseñor Ñáñez recordó que "dos circunstancias providenciales marcan el tránsito de nuestro hermano Raúl Francisco. Su muerte ocurrió cuando la Iglesia hacía memoria de San José. El Cardenal tuvo una gran devoción por este santo, el patrono de la buena muerte. No dudamos de que San José lo vino a buscar y que junto a su esposa, la Santísima Virgen María a quien Él profesó una tierna devoción lo han presentado al Señor misericordioso, al Pastor de los pastores, para que Él en su bondad le otorgue la recompensa de los servidores fieles".Responso final y procesión Tras el último responso a cargo monseñor Ñáñez, el féretro cerrado fue llevado en procesión por el interior del templo y por la Plaza San Martín, para regresar a la catedral, donde fue depositado en la Cripta de los Obispos. Los restos mortales del cardenal Primatesta, de 87 años, fueron velados desde el lunes en la catedral, por donde pasaron numerosas personalidades del quehacer político, social y religioso del país. El presidente Néstor Kirchner, la primera dama Cristina Fernández, y el vicepresidente Daniel Scioli, enviaron una ofrenda floral.+Texto completo de la homilía
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