jueves, mayo 04, 2006

Declaración sobre las ordenaciones episcopales en China

Ciudad del Vaticano, 4
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May. 06 (AICA)

Joaquín Navarro-Valls, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, dio a conocer la declaración.
Ante las recientes ordenaciones de dos obispos en China, sin el consentimiento del papa Benedicto XVI, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, ofreció la siguiente declaración: "Puedo dar a conocer la posición de la Santa Sede sobre las ordenaciones episcopales de los sacerdotes Joseph Ma Yinglin y Joseph Liu Xinhong, que tuvieron lugar respectivamente el pasado domingo, 30 de abril en Kunming (provincia de Yunnan) y el miércoles, 3 de mayo en Wuhu (provincia de Anhui). El Santo Padre ha recibido la noticia con profundo desagrado, ya que un acto tan importante para la vida de la Iglesia, como una ordenación episcopal, se ha llevado a cabo, en ambos casos, sin respetar las exigencias de la comunión con el Papa. "Se trata de una herida grave a la unidad de la Iglesia, para la que, como es sabido, hay previstas sanciones canónicas muy severas (cfr. Canon 1382 del Código de Derecho Canónico). "Según las informaciones recibidas, obispos y sacerdotes han sido sometidos –por parte de organismos externos a la Iglesia– a fuertes presiones y amenazas, para que tomasen parte en ordenaciones episcopales que, al estar privadas del mandato pontificio, son ilegítimas y, además, contrarias a sus conciencias. Diversos prelados se han opuesto a presiones similares, mientras otros no han podido por menos que padecerlas con gran sufrimiento interior. Episodios de este tipo producen heridas no solamente en la comunidad católica, sino también dentro de las mismas conciencias. "Estamos, por tanto, frente a una grave violación de la libertad religiosa, a pesar de que se haya pretendido presentar las dos ordenaciones episcopales como un acto debido para otorgar al pastor diócesis vacantes.
"La Santa Sede sigue con atención el difícil camino de la Iglesia católica en China y, siendo consciente de algunas peculiaridades de este camino, pensaba y esperaba que episodios deplorables como este perteneciesen ya al pasado. "La Santa Sede considera ahora su preciso deber dar voz al sufrimiento de toda la Iglesia católica, en particular a la de la comunidad católica en China, y especialmente a la de los obispos y sacerdotes, que se ven obligados contra su conciencia a realizar o a participar en ordenaciones episcopales, que ni los candidatos, ni los obispos consagrantes quieren efectuar sin haber recibido el mandato pontificio. "Si es verdad la noticia de que va a ver otras ordenaciones episcopales siguiendo las mismas modalidades, la Santa Sede subraya la necesidad de respetar la libertad de la Iglesia y de la autonomía de sus instituciones frente a cualquier injerencia externa, y por tanto, desea vivamente que no se repitan actos inaceptables de violenta e inadmisible constricción como estos. "La Santa Sede ha ofrecido en varias ocasiones la propia disponibilidad a un diálogo franco y constructivo con las autoridades chinas competentes para hallar soluciones que satisfagan las legítimas exigencias de ambas partes. "Iniciativas como las anteriormente mencionadas, no sólo no favorecen el diálogo, sino que crean nuevos obstáculos contra éste".+

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