lunes, mayo 08, 2006

La acción misionera consiste en comunicar el amor de Dios, asegura el PapaAl encontrarse con los directores de las Obras Misionales Pontificias

CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 8 mayo 2006 (ZENIT.org).-
La acción misionera, dimensión esencial para todo bautizado, consiste en comunicar a los demás el amor de Dios, aseguró Benedicto XVI este lunes al recibir en audiencia a la Asamblea Plenaria del Consejo Superior de las Obras Misionales Pontificias.«La acción misionera consiste en definitiva en comunicar a los hermanos el amor de Dios que se reveló en el designio de la salvación», explicó el Papa a los directores nacionales, que en la asamblea reflexionan sobre «el mandato misionero que Jesús confió a sus discípulos».«Conocer y acoger este Amor salvífico es, de hecho, una cuestión fundamental para la vida», afirmó, recordando una idea central de su primera encíclica «Deus caritas est», «y plantea preguntas decisivas sobre quién es Dios y quién somos nosotros». El Papa destacó la labor de las Obras Misionales Pontificias que ha llevado a las parroquias y a las diócesis a experimentar la oración y el apoyo concreto a las misiones «como parte integrante de la vida de todo cristiano». Es algo que ya se hacía en la Iglesia primitiva, que «hacía llegar a Jerusalén las "colectas" recogidas en Macedonia y Acaya para los cristianos de aquella Iglesia» (Cf. Romanos 15, 25-27).«Este intenso movimiento misionero, que afecta a las comunidades eclesiales y a cada uno de los fieles, se ha desarrollado en estos años con una prometedora cooperación misionera», reconoció el obispo de Roma. «La armonía de objetivos y la deseada unidad de acción evangelizadora crecen en la medida en que toda actividad tiene como punto de referencia a Dios que es Amor y al corazón traspasado de Cristo, en el que este amor se expresa en su plenitud», aclaró.«De este modo --añadió el Santo Padre--, cada una de vuestras acciones, queridos amigos, no se reducirá nunca a mera eficiencia organizativa, ni quedará ligada a intereses particulares de cualquier tipo, sino que siempre se revelará como manifestación del Amor divino». Las Obras Misionales Pontificias son una institución de la Iglesia universal y de cada Iglesia particular, surgidas con el objetivo de apoyar la actividad misionera de la Iglesia en las regiones no cristianas. Las Obras Misionales Pontificias realizan su tarea a través de las Direcciones Diocesanas y de los Institutos Misioneros, nacidos prioritariamente para el servicio de la evangelización del mundo. Dependientes de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos, las Obras Misionales Pontificias constituyen una única institución con cuatro Obras diferentes. --La Obra de la Propagación de la Fe: que tiene por objeto suscitar el interés y la responsabilidad por la evangelización universal en las familias, en las comunidades cristianas, en las parroquias, en los centros docentes, en los movimientos eclesiales y en las asociaciones apostólicas. Promover la ayuda espiritual, material y el intercambio de personal apostólico para la evangelización del mundo. --La Obra de San Pedro Apóstol: creada para sensibilizar al pueblo cristiano acerca de la necesidad de la formación del clero nativo en cada Iglesia de misión y para favorecer la colaboración espiritual y material con los futuros sacerdotes. --La Obra de la Infancia Misionera: ayuda a educadores y formadores de niños y adolescentes a despertar en ellos una conciencia misional universal y guiarlos hacia una comunión espiritual y material con los niños de otras regiones e Iglesias más pobres. --La Pontificia Unión Misional del Clero: se encarga de promover la formación misionera de los sacerdotes, miembros de institutos religiosos, sociedades de vida común, institutos seculares, candidatos al sacerdocio y la vida consagrada y de las personas comprometidas en el ministerio pastoral de la Iglesia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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